Desde hace por lo menos un mes la tapadera de un registro de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ubicada sobre el bulevar Manuel J. Clouthier (frente al gimnasio Sport City), fue robada sin que alguna autoridad tome cartas en el asunto para solucionar el problema.
Esta situación ha provocado la molestia automovilistas que transitan por el lugar, ya que lo consideran un riesgo latente.
Incluso hay testigos que aseguran que ya son varios los vehículos que resultan dañados al caer en el agujero del carril central. 
   “Esto ya tiene mucho y ni para cuándo lo arreglen, es un verdadero peligro para los automovilistas pero parece que a nadie le importa”, comentó Rosaura Lira, vecina de Panorama.
Los mismos vecinos colocaron señalización para evitar más accidentes, pero exigen la intervención inmediata del personal de la CFE.
“Pues ahora ya pusieron una señal, pero al principio no había nada y de lejos no se alcanzaba a ver; la verdad sí está muy riesgoso”, dijo Guillermo Tapia, habitante de Jardines del Moral.
“Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que vengan a tapar el registro, pues un carro se cayó allí y se le rompió la llanta”, agregó.
En la lateral del bulevar Aeropuerto, a la altura del acceso al fraccionamiento La Herradura, desde hace tres meses también se robaron la coladera de un drenaje y los vecinos colocaron una llanta para alertar a los automovilistas.
“Ya estamos cansados del robo de tapas de hierro. Ya es hora de que las autoridades pongan sanciones enérgicas para evitar que las vendan como fierro a fundidoras o chatarreras, y eso se logrará sólo regularizando los centros de reciclado”, señaló Juan José Contreras, vecino de La Herradura.
El delegado del Instituto Nacional de Reciclado (Inare), Ángel Mora García, reconoció la urgente necesidad de que las autoridades municipales regularicen los centros de acopio lo cual frenaría, dijo, el robo de tapas de hierro fundido y de cobre.
“Hemos estado solicitando a las autoridades municipales la regularización, pero hasta el momento no hemos obtenido respuesta. Nos traen de un lado para otro y no nos resuelven nada”, señaló.
Manifestó que no hay un padrón del número de negocios de reciclado y reconoció que las tapas de hierro fundido los venden a fundidores, quienes pagan hasta 4.50 pesos por kilo.
Una tapa puede pesar entre  80 y 100 kilos, por lo que logran obtener hasta 450 pesos.
Dijo que se requiere por lo menos dos personas para desprenderla y subirla a un vehículo.
Mientras que el robo de cables de cobre y tubería de las casas también es un gran negocio para los delincuentes, dado que el kilo de cobre de primera lo pagan a 89 pesos y el de segunda a 79.
“Creo que regulando los centros de reciclado se podrá mantener una vigilancia. Los socios del Inare evitamos comprar material robado, pero a veces nos engañan”, finalizó Mora.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *