Con un birdie en el hoyo 18, Rory McIlroy superó ayer a Adam Scott por un golpe para conquistar el Abierto Australiano, en su primera victoria del año y en un cierre de jornada lleno de dramatismo.
El resultado privó a Scott la triple corona del golf australiano.
McIlroy había empezado la última rueda del campeonato a cuatro golpes de Scott, su más cercano perseguidor; sin embargo, hubo un momento en el que empataron con un eagle en el séptimo más un birdie en el octavo. Scott volvió a pasar al frente con un birdie en el noveno, y los dos siguieron cabeza a cabeza hasta la definición en el último hoyo.
“Yo quería ganar y finalmente pude lograr un triunfo”, se entusiasmó McIlroy. “Pero lo más satisfactorio es haber podido superar a uno de los mejores jugadores del mundo. Adam es un golfista fenomenal, un gran competidor y probablemente mejor persona, y siento haber sido quien le arruinó la triple corona”.
Scott había ganado el Masters Australiano y el PGA Australiano en esta temporada.
McIlroy (66) terminó con 270 golpes y Scott (71) con 271. Muy lejos les siguieron tres australianos: John Senden (66) con 277, Bryden Macpherson (69) y Rhein Gibson (69), ambos con 279.

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