Ariel Castro, declarado culpable de secuestrar a tres mujeres durante una década en Cleveland, se suicidó ahorcándose en su celda, concluyeron dos asesores correccionales en un informe.
La investigación difundida el martes rechazó conjeturas anteriores de que pudo haber muerto por accidente mientras se estaba excitando sexualmente.
La muerte de Castro el 3 de septiembre probablemente no fue resultado de una asfixia autoerótica, un acto en el que los individuos buscan excitarse asfixiándose hasta la inconsciencia, según el informe de los consultores de reputación nacional. Una revisión de la agencia correccional estatal había sugerido antes esa posibilidad.
Castro, de 53 años, fue hallado arrodillado en su celda con los pantalones abajo y colgando de una sábana atada a una bisagra de la ventana, según un informe anterior de la prisión. Recién empezaba a cumplir una sentencia de prisión perpetua más 1.000 años.
En agosto se había declarado culpable de aprisionar a las tres jóvenes en su casa de Cleveland durante una década, violándolas y agrediéndolas. Tuvo una hija con una de las víctimas.
Las mujeres fueron rescatadas el 6 de mayo cuando una de ellas rompió parte de una puerta y pidió auxilio.
El informe dijo que todas las evidencias posibles apuntaban a suicidio, incluso un arreglo que hizo Castro de sus fotos familiares y una Biblia, el creciente tono de frustración en su diario en la cárcel y la certeza de pasar el resto de su vida encarcelado sujeto a constante hostigamiento.
Revisiones subsiguientes de la Patrulla de Caminos del Estado de Ohio y el forense del condado de Franklin llegaron a la misma conclusión, dijo el informe.
Los asesores dijeron que era probable que Castro fuese hostigado por los guardias, en base a entrevistas con presos que dijeron haberlo oído.
Ningunas de las numerosas revisiones de salud al reo indicaron que él tuviera algo que hubiese requerido medidas de prevención de suicidio, dijeron los asesores.
Dos guardias fueron colocados bajo licencia con goce de sueldo durante la investigación estatal de la muerte de Castro. El Departamento de Rehabilitación y Correccional de Ohio sostuvo que los dos falsificaron las listas que llevan registro del número de veces que los guardias revisaron a Castro antes de su muerte.
El informe de los asesores criticó esa falsificación, pero dijo que no contribuyó a la muerte de Castro puesto que lo habían visto con vida minutos antes de colgarse, según una inspección acorde con las normas de la prisión.

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