La NBA está de regreso en México para disputar un partido de temporada regular por primera vez en más de 15 años y los jugadores de los Spurs de San Antonio y Timberwolves de Minnesota ya se dieron cuenta que tendrán un rival adicional cuando se enfrenten el miércoles por la noche en la Arena Ciudad de México: la altitud.
Localizada a 2.240 metros sobre el nivel del mar, la capital mexicana supera ampliamente a Denver, que con sus 1.609 metros (5280 pies) es la sede de NBA con mayor altitud.
“Fue difícil correr los ‘sprints’ en esta elevación”, dijo un exhausto Kevin Love al final del entrenamiento de Minnesota. “Te quedas sin aire muy fácil, pero bueno, ya pudimos hacer una buena práctica, hicimos un cinco contra cinco y esperemos tener un poco de más aire mañana”.
La visita de la NBA a la capital mexicana no es novedad.
El del miércoles será el 21er encuentro realizado en México. Sólo Estados Unidos y Canadá han albergado más partidos de NBA, pero en temporada regular es el primero desde que los Mavericks de Dallas se enfrentaron a los Rockets de Houston el 6 de diciembre de 1997 en el Palacio de los Deportes, localizado también en la capital.
Los Spurs han participado en cinco de esos encuentros realizados en México, incluyendo uno hace apenas un par de años, cuando jugaron un partido de pretemporada contra los Clippers.
Además, San Antonio jugó en México en 1994 y 1995.
“Sin duda que es diferente, porque ahora es un juego que suma”, dijo el argentino Manu Ginóbili, quien en el encuentro de pretemporada de 2010 incluso se dio tiempo de diagramar una jugada sobre el final. “No hay lugar para ese tipo de situaciones ahora, en pretemporada es para divertirse, ahora no lo queremos perder”.
Ginóbili sabe que el ritmo de un encuentro de pretemporada y uno de campaña regular es muy diferente. Algo que también será una variante respecto a su pasada visita.
“No hemos entrenado todavía, pero sin duda que va a costar trabajo adaptarse”, agregó Ginóbili. “En Denver, que es la más alta de Estados Unidos, lo sentimos los primeros minutos, aquí seguramente será mucho más complicado”.
Minnesota, que será el local, nunca ha jugado en México. Durante la práctica, no sólo Love, sino el resto de sus compañeros lucían agotados.
“No sabíamos que era tanto lo que nos afectaría la altitud, pero ya pudimos practicar y correr un poco”, dijo el boricua José Juan Barea, quien en México ya ha disputado partidos en Guadalajara, durante los Panamericanos de 2011. “El ‘trainer’ nos pidió tomar mucha agua, quiere asegurarse que estemos bien”.
Adicional a las precauciones médicas, el entrenador de los Wolves, Rick Adelman, piensa modificar un poco su estrategia para combatir los efectos de la altitud.
“Es muy diferente jugar a esta altitud, la verdad vamos a tener que estar atentos para sacar a jugadores antes de lo normal, ya lo practicamos”, dijo Adelman.
Greg Popovich, timonel de los Spurs, dijo que no piensa modificar su patrón de substituciones y simplemente espera que “con el paso de los minutos, el efecto se pasará, no pienso hacer ningún cambio”.
Spurs y Wolves batallan con la altura
Los jugadores de la NBA han dicho que por la altitud en la que se encuentra la ciudad de México es fácil quedarse sin aire.