El diario The Guardian sólo ha publicado 1% del material que recibió de Edward Snowden, ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, dijo el martes su director editorial, quien negó que el periódico haya puesto vidas o la seguridad nacional en riesgo.
Al ser cuestionado por legisladores de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento británico, Alan Rusbridger acusó a las autoridades británicas de tratar de intimidar al diario y advirtió que la “seguridad nacional está siendo utilizada como carta de triunfo” para reprimir el debate.
The Guardian ayudó a desatar un debate mundial sobre la privacidad y seguridad por publicar una serie de historias basadas en las revelaciones hechas por el estadounidense Snowden sobre la existencia de espionaje telefónico y de internet a gran escala por parte de agencias de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Rusbridger dijo que la filtración fue de casi 58.000 archivos y que el diario ha publicado “apenas 1%” del total.
“No esperaría publicar todavía más en gran cantidad”, añadió.
Autoridades del gobierno y de inteligencia han reaccionado con enojo a las filtraciones y han dicho que éstas ponen en riesgo la seguridad británica y han ayudado a los terroristas. Los tres jefes de espionaje de Gran Bretaña dijeron el mes pasado que al-Qaida y otros grupos terroristas se “están frotando las manos con regocijo” por las revelaciones de Snowden.
Varios legisladores conservadores han dicho que The Guardian, de tendencia izquierdista, debe ser procesada judicialmente por violar leyes de terrorismo.
Rusbridger defendió la decisión de su medio de publicar el material confidencial. Dijo que las historias del Guardian, The Washington Post y otros han iniciado un debate necesario sobre la escala de las actividades de inteligencia y expusieron los límites de las leyes regulatorias diseñadas antes de que existiera internet.
“No tengo duda de que los periódicos han hecho algo que la supervisión no ha podido hacer”, agregó.
Los cuestionamientos de los legisladores de todos los partidos iban desde consecuentes hasta hostiles, una señal de lo profundamente polarizador que es el tema. El congresista del Partido Conservador Michael Ellis le preguntó si The Guardian hubiera pasado información a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que el presidente del comité del Partido Laborista Keith Vaz preguntó a Rusbridger si amaba a su país.
“Estoy un poco sorprendido de que me pregunten eso”, dijo Rusbridger, “pero sí, nosotros (en The Guardian) somos patriotas, y una de las cosas que pensamos patriota es la naturaleza de la democracia y la naturaleza de una prensa libre”.
El directivo negó haber puesto en riesgo a agentes de inteligencia al señalar que el diario “hizo juicios muy selectivos” sobre qué publicar y no ha revelado nombres.

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