Trabajadores del sector de comida rápida y organizadores sindicales se manifestaron el jueves en varios sitios del país exigiendo un aumento salarial.
Los organizadores dijeron que los empleados planeaban hacer paro en su sitio de trabajo en 100 ciudades, realizándose manifestaciones en otras 100 ciudades. Pero hacia el final de la tarde no estaba clara la dimensión de la protesta y cuántos de los participantes eran trabajadores. En los restaurantes donde hubo protestas, la interrupción laboral pareció mínima o temporal.
Las protestas son parte de un esfuerzo que inició aproximadamente hace un año y es encabezado por el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, el cual ha gastado millones de dólares para financiar a grupos de trabajadores locales y organizar publicidad para las manifestaciones. Los manifestantes están exigiendo un salario mínimo de 15 dólares por hora, pero la cifra es vista más como un principio de negociación que una posibilidad a corto plazo.
En momentos en que existe una creciente atención nacional e internacional sobre disparidades económicas, grupos intercesores y demócratas esperan construir apoyo público para incrementar el salario mínimo federal de 7.25 dólares. Eso significa aproximadamente 15,000 dólares anuales para un trabajador de tiempo completo.
El jueves se reunieron multitudes afuera de restaurantes de comida rápida en ciudades como Boston, Phoenix, Washington, D.C., y Charlotte, donde los manifestantes ingresaron a un Burger King, sin impedir a los clientes recibir su comida.
En Detroit, cerca de 50 manifestantes se reunieron antes del amanecer para realizar una protesta frente a un McDonald’s. Algunos empleados del restaurante dijeron que ellos no estaban trabajando, pero que el gerente y otros empleados mantuvieron abierto el negocio.
Julius Waters, de 29 años y trabajador de mantenimiento de McDonald’s que se contaba entre los manifestantes, dijo que era difícil sostenerse con su salario de 7.40 dólares por hora.
“Necesito un mejor salario porque, en este momento, estoy dependiendo de ayuda, y 7.40 dólares no son suficientes para ayudarme a sostener a mi hijo. Soy un padre soltero”, dijo Waters.
En la ciudad de Nueva York, alrededor de 100 manifestantes con silbatos y tambores ingresaron a un restaurante McDonald’s cerca de las 6:30 a.m.; un asustado cliente tomó su comida y salió apresuradamente mientras inundaban el restaurante. Mientras tanto, otro cliente continuaba comiendo y leyendo entre cánticos de “”No podemos sobrevivir con 7.25″.

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