El estado de Guanajuato vive una oleada de japoneses.
León, Silao, Salamanca y Celaya son los sitios que han elegido para vivir.
Un informe del Instituto Nacional de Migración revela que Guanajuato se convirtió este año en el principal destino de los japoneses.
De cada 10 japoneses que han gestionado su residencia legal, cinco tuvieron como destino alguna ciudad de Guanajuato, a donde llegaron a trabajar en las más de 100 empresas de capital oriental que se han instalado.
La construcción de las plantas de Honda en Celaya y Mazda en Salamanca han traído consigo un alud de empresas orientales, proveedoras de autopartes.
Los japoneses que han elegido vivir en León, trabajan en fábricas del Puerto Interior o de otros parques industriales de Silao.
Se prevé que en los próximos tres años será más intensa la oleada japonesa, pues en ese periodo se tiene proyectada la instalación de otras 60 empresas orientales en el Puerto Interior.
Formalizan residencia
De enero a septiembre de este año, 697 japoneses han formalizado su estancia legal en Guanajuato, aunque se estima que hay por lo menos otros dos mil orientales que están provisionalmente en el estado o que no han iniciado el trámite de residencia.
Según Migración, 481 japoneses concluyeron este año su trámite de residencia temporal y 170 renovaron su licencia para permanecer en el estado por tiempo indefinido.
Otros 46 obtuvieron su licencia de residencia permanente, que corresponde a japoneses que decidieron arraigarse en Guanajuato para formar una familia.
Más de la mitad de los trámites los realizaron entre mayo y julio.
Hace 4 años la comunidad coreana era de las más numerosas en León, con 136 residentes.
Un reporte de Migración asegura que en 2009 había en la entidad apenas 31 japoneses. Los coreanos eran la comunidad oriental más nutrida en Guanajuato, con 136 residentes, seguida de los chinos con 70.
Este año, los coreanos fueron desplazados por los japoneses. Entre enero y septiembre llegaron al estado sólo 16 coreanos y 17 chinos.
La oleada japonesa fue más intensa a partir de mayo.
Entre enero y abril formalizaron su residencia 196 japoneses (en promedio 49 al mes), mientras que de mayo a septiembre legalizaron su estancia otros 501 (unos 100 cada mes).

Sufren para adaptarse

Makiko Ohnishi tiene seis meses de vivir en León y aunque se ha esforzado por adaptarse, reconoce que hay situaciones desfavorables.
Comentó que es muy difícil para ella hablar y entender el español, por lo que siempre necesita de apoyo para comunicarse. Dijo que no sabe usar el transporte urbano, el cual siempre está saturado de gente, por lo que tiene que tomar taxi.
El inconveniente es que la tarifa que le cobran para trasladarse es muy cara.
Otro problema es que León carece de servicios para los japoneses.
Por ejemplo, mencionó que sólo existe un restaurante de auténtica comida japonesa y una sola tienda de ingredientes orientales.
Ohnishi cuenta con su residencia legal, razón por la cual no tiene planes de regresar a Japón. Cuando la invitaron a trabajar como asesora de ventas de una empresa que se dedica a comercializar herramienta mecánica para autopartes y aviones, le gustó la idea y no dudó en mudarse a México.
Diez empresas de autopartes, además de Honda y Mazda, son hasta el momento los clientes de la empresa para la que trabaja Makiko.
Sojiro Fujioka, gerente de ventas de la empresa Tenryu, tiene visa de trabajo por un año, tiempo en el que estará radicando en León.
Coincidió con Makiko en que hay elementos en contra, como el hecho de que en León sólo existe una tienda de ingredientes para preparar comida japonesa.
Sojiro tiene unos meses viviendo en el fraccionamiento Punto Verde, el cual califica como un lugar tranquilo y de rápido acceso a la empresa en que labora, en la salida a Silao.

Hay miljaponesesen León

El director de la empresa Kasai, Shuichi Sekino, está contento del arribo de más paisanos.
“Creo que ahorita hay más o menos mil japoneses aquí en León, pero por orden de trabajo los mandan de Japón por la planta (Mazda) de Salamanca y Honda de Celaya, muchos japoneses están trabajando aquí”, explicó el directivo de la empresa especializada en fabricar autopartes y accesorios automotrices en plásticos.
Dijo que una de las cosas más difíciles por las que tuvo que pasar al llegar a León, fue el cambio de cultura laboral.
“Básicamente nosotros como japoneses necesitamos entrenar a los mexicanos, en este caso la diferencia de culturas. Japón es muy pequeño, entonces todos quieren trabajar más. En México no quieren más cargas de trabajo”.
Relató que él decidió aprender español para explicar directamente a los empleados el modo de trabajo, sin necesidad de intérpretes.
Shuichi fue mandado directamente desde Japón por la empresa para la que trabaja, y aunque dice sentirse cómodo en la ciudad, le preocupa la inseguridad.
“Básicamente no visito el Centro porque dicen todos que es muy peligroso para nosotros los japoneses, o para los extranjeros. Entonces nosotros no podemos ir allá. La protección en Japón tiene muchos sistemas, por eso podemos caminar toda la noche en Japón, las 24 horas, es un punto muy importante para los japoneses”.
Pero no sólo le preocupa la inseguridad de León, también la de Salamanca y Celaya, pues viven conocidos suyos.
“He escuchado que no está en tan buenas condiciones para el cuidado de los japoneses, básicamente no tienen tantos policías, no hay tanta protección”.
En cuestión de alimentos, Shuichi no tiene problema alguno, gracias a que su esposa, de origen mexicano, ha aprendido a preparar comida japonesa.
Aunque le agrada vivir en León, no olvida su País, y dos veces por año regresa a Japón junto con su esposa.

Recibe León a orientales

Actualmente el 20% de la ocupación del Hotel Hotsson son huéspedes de origen japonés, aseguró el gerente general Eduardo Ortega.
Por ello, han puesto en marcha acciones para atender a los visitantes orientales, como adaptar el menú del restaurante al idioma japonés, a la par que algunos de sus empleados se están capacitando para atender exclusivamente a este mercado.
“En el aspecto de alimentos lo que hicimos fue adaptar nuestros menús con comida japonesa, hicimos una traducción de menús también al japonés, además de información en las habitaciones. Tenemos a cuatro personas estudiando japonés para tener cuatro posiciones estratégicas que puedan comunicarse con ellos”. En el Hotel Nueva Estancia, el director comercial, Alberto García, dijo que dentro de las novedades ofrecidas a los japoneses es que en sus habitaciones se cuenta con canales exclusivos en su idioma.
“Nos hemos preparado para recibir este nuevo mercado. Los japoneses también hablan inglés, de alguna o de otra forma nos entendemos. Les damos servicio especial y adaptado a sus necesidades, este mercado nos ha representado buena ocupación”.
El restaurante Sato, especializado en comida japonesa, también busca adaptarse a los nuevos clientes extranjeros.
“En Sato y también en Sushi Tai, ahorita estamos trabajando en un menú en japonés, pero los clientes que vienen también hablan inglés”, explicó el subgerente Saúl Ramírez.
Miguel Ángel Martínez, capitán en turno del restaurante Antares, con sucursal en bulevar López Mateos y bulevar Campestre, dijo que todavía no han tomado medidas para atender a la oleada de visitantes japoneses.
“Sí vienen japoneses, pero muy poco, y siempre acompañados de alguien”.

Atractivo del estado: seguridad

Ante la inseguridad que se vivía en Monterrey, la empresa Denso decidió instalar su nueva planta de producción en Guanajuato.
Tomoyuki Arakawa, presidente de Denso de México, dijo que eligieron a Guanajuato para su tercer planta en el País, por ser un estado más seguro.
Arakawa se mantiene en constante viaje de Guanajuato a Monterrey al igual que tres japoneses y un americano que laboran con él.
Dijo que es muy difícil encontrar vivienda en Silao -donde está la fábrica- por lo que optó por habitar en León.
Mariko Kiyomoto, de la empresa Nippon Express de México, también eligió a León para vivir porque la gente es amigable y relajada, además de que en la ciudad hay disponibles casas grandes.
Desde hace un año comparte vivienda con un compañero de trabajo y desea quedarse a vivir en la ciudad.
Jiro Sugahara se mudó a nuestro estado por considerarlo más tranquilo; él llegó hace siete años a Reynosa, Tamaulipas, pero decidió emigrar por la inseguridad.
Actualmente trabaja como líder de proyecto en la empresa del grupo Prodensa, donde su función es asesorar de manera legal, jurídica y administrativa a los empresarios japoneses que invierten o residen en el estado.
Kazuki Tamura reside desde hace ocho meses en Irapuato, para trabajar en una empresa de autopartes, y está empeñado en aprender español para adaptarse mejor a la cultura mexicana.

Perciben oportunidad de desarrollo

Hiroshi Horie, presidente de la empresa Tsubakimoto Automo Time México, aseguró que el estado de Guanajuato ofrece amplias oportunidades de desarrollo, pues cuenta con gente trabajadora.
Dijo que confía tanto en el desarrollo de su empresa de autopartes, que decidió mudarse a León con su esposa e hijos, quienes ya han adquirido la residencia legal.
Atsushi Watanabe, gerente de la empresa Tenryu, mencionó que la instalación de las plantas armadoras de Honda y Mazda es lo que ha despertado el interés de los japoneses por venir a invertir en Guanajuato.
Calificó a la gente del estado como agradable y trabajadora, lo cual crea un ambiente propicio para el desarrollo de su empresa, ubicada en el Puerto Interior.

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