Después de dos años de espera, la incertidumbre terminó para la familia Linares con la llegada de los restos de dos migrantes que fueron encontrados en fosas clandestinas en San Fernando, Tamaulipas.
A las 10 de la mañana de ayer los familiares, amigos y conocidos de Jaime Linares Murillo, de 32 años y su primo Jorge Aguilar Linares, de 35, se reunieron a las afueras del municipio de Villagrán en compañía del alcalde Rubén Villafuerte Gasca.
“Fue una lucha andar buscando en todas partes porque no sabíamos si ya habían muerto o donde estaban. La angustia de su mujer y pues de uno como padre. Aunque la tristeza sigue estamos por una aparte tranquilos que estén aquí, en su casa”, dijo Consuelo Linares.
En caravana, los seres queridos y autoridades municipales acompañaron los féretros a paso lento, con dirección a su lugar de origen sobre la calle de Marcelino Linares, en la comunidad de La Purísima.
La esposa de Jaime con lágrimas constantes en su rostro volteaba al cielo y parecía que no creía lo que pasaba; mientras recibía el pésame de las personas que conocieron o compartieron un momento de su vida con Linares Murillo.
“Fueron buenos muchos. Eran muy alegres. Jaime ya formaba su familia y quería brindarles lo mejor. Jorge era soltero pero le gustaba el trabajo. No los vamos a olvidar. No se han ido, siguen aquí en cada uno de nosotros quienes los conocimos”, comentó una de sus tías.
Al llegar a la comunidad los ataúdes de Jorge y Jaime fueron llevados a la capilla de la Virgen de La Purísima Concepción, para prender veladoras y rezar por tenerlos de regreso.
Antes del mediodía los primos de los migrantes trasladaron los restos hasta sus domicilios para adornarlos con flores y continuar con el acto fúnebre.
Hoy se realizará la misa de cuerpo presente en la capilla de la comunidad y así darles el último adiós en el Panteón Municipal.

Se fue con la ilusión de generar un patrimonio
Con la esperanza de tener una casa propia en la que creciera su hijo, Jaime Linares Murillo dejó su hogar para buscar mejores oportunidades de empleo en los Estados Unidos.
El 15 de septiembre de 2011, Jaime salió de su domicilio en compañía de 4 familiares de la comunidad de La Purísima, en Villagrán.
“Ese día mi hermano me dijo que se iba para buscar una mejor vida. Los fuimos a dejar a la Central de Autobuses de Celaya. Sólo nos comentaron que los iba a pasar un ‘coyote’ pero no sabemos quién era o donde los esperaba”, dijo María Linares, hermana de Jaime.
Linares Murillo dejó a su esposa y a su hijo porque a decir de sus seres queridos no había trabajo para sacar a su nueva familia adelante.
“Aquí los jóvenes sufren para encontrar trabajo y más cuando están casados. En esta comunidad somos todos familia y los hombres optan por irse al otro lado para mandar unos centavos y vivir mejor”, comentaron los familiares.
María Linares dijo que uno de los migrantes que viajaba en el mismo camión que su hermano, mencionó que en el kilómetro 87 de la carretera a San Fernando unas personas armadas detuvieron el camión y los bajaron.
Al privarlos de su libertad uno de ellos logró escapar y dio aviso a las familias, quienes de inmediato solicitaron el apoyo de las autoridades.
“El que se escapó puso una denuncia pero no procedió de inmediato hasta que con el paso de los días al no saber nada de ellos fuimos a Derechos Humanos en Celaya. Denunciamos con la Procuraduría y en el Instituto del Migrante. Nos apoyaron y a mi papá y tío les tomaron pruebas de ADN”, detalló María.
El señor Consuelo Linares -padre de Jaime- al no saber nada de su hijo decidió viajar hasta la ciudad de Monterrey, para conocer los resultados y ser informado que los restos eran de su hijo.
“Les tocó la de malas. Los agarraron y los mataron. Hasta hoy (ayer) supimos que los habíamos encontrado. Las autoridades no nos hacían mucho aprecio hasta que fuimos a Monterrey. Es todo lo que podemos decir, pues que más nos queda”, dijo.
Los familiares manifestaron que hacen falta por encontrar a 6 personas entre ellas a dos de esa misma comunidad y los demás de El Caracol y Torrecillas.
 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *