Y luego del intercambio de sus votos matrimoniales, la promesa de amor entre Rocío Tapia Méndez y Pablo Hernández López, se ha vuelto eterna.
A 7 años de noviazgo, la historia de Pablo y Rocío comenzó un nuevo capitulo al prometerse ante el altar del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, amor, respeto y fidelidad.
Frente al altar de Dios, los contrayentes se mostraron atentos a cada una de las palabras que el párroco les compartió, al mismo tiempo que aceptaron el compromiso que se adquiere al contraer el sacramento del matrimonio.
En este importante día, los novios estuvieron acompañados de sus respectivos papás, quienes se mostraron felices de ver a sus hijos emprender un nuevo caminar.
Convertidos en esposos para toda la vida, Rocío y Pablo se trasladaron a la Ex-Hacienda San Miguelito, lugar que eligieron para brindar con sus seres queridos por su eterna unión.
Dos grandes letras con las iniciales de los nombres de los ahora esposos, postradas en el jardín de la Ex Hacienda, recibieron a los enamorados, quienes felices agradecieron el especial detalle.
Antes de disfrutar del banquete que se ofreció para la ocasión, los ahora esposos bailaron su primer vals.
Un amor para toda la vida, dispuesto a enfrentar las adversidades que se les presente, pero principalmente convencidos de hacerse felices el uno al otro, esa es la esencia de la historia que continúa de Pablo y Rocío.
Rocío y Pablo bailan vals de casados
Y luego del intercambio de sus votos matrimoniales, la promesa de amor de la pareja se ha vuelto eterna.