Los sudafricanos acuden a las iglesias, mezquitas, templos y sinagogas de todo el País para recordar a Nelson Mandela, en el inicio de una semana de ceremonias oficiales en honor al ícono de la lucha contra el apartheid.
“Vuelve a casa, Madiba, tú hiciste de forma desinteresada todo lo que es bueno, noble y honorable para el pueblo de Dios”, expresó el arzobispo anglicano de Ciudad del Cabo, Thabo Mokgoba, durante la misa en la iglesia de la Santa Cruz, en Nyanga.
“Que su largo camino hacia la libertad sea apreciado y realizado por todos nosotros”.
Se trata de un día nacional de oraciones y reflexión en homenaje a Mandela, figura histórica cuyo funeral se espera sea uno de los más grandes en la época moderna.
“Celebro y lloro al mismo tiempo la vida de Tata (padre) Mandela, por eso estoy aquí hoy”, dijo Tutu Phankisa, una feligresa de 49 años que rompió en lágrimas al ver los retratos de Mandela en la iglesia.
“Como sudafricana, formo parte de la familia de Tata Mandela. Estoy en duelo como ellos. Yo era como una hija de Tata Mandela, porque luchó por mí. Luchó por todos los negros de Sudáfrica y del Continente Africano”.
En la pequeña iglesia reformada holandesa de Melville, en Johannesburgo, el reverendo André Barlett alumbró un cirio en un altar en memoria de Mandela.
“Piensen en los años 90’s y en el miedo que teníamos por lo que ocurría en nuestro País: bajo la dirección de Mandela, ninguno de esos miedos se cumplió. Gracias, Señor, por haber proporcionado este dirigente a nuestro País en este importante momento”, añadió el pastor de esta iglesia, que era la religión casi oficial del régimen segregacionista del apartheid.
En la iglesia católica de Regina Mundi, en Soweto, feudo de la resistencia al apartheid, el padre Sebastian Rossouw llamó a los fieles a rezar por Mandela, de quien se refirió como una luz en la oscuridad y de quien destacó la humildad y la capacidad de perdonar.
El actual presidente sudafricano, Jacob Zuma, asistió a un servicio metodista -la Iglesia a la que pertenece la familia Mandela- en la periferia de Johannesburgo junto a Winnie, ex mujer del también Premio Nobel de la Paz de 1993.
“Debemos rezar para no olvidar algunos de los valores que Madiba defendía, por los que luchó, por los que sacrificó su vida”, dijo Zuma durante el oficio.
“Cuando nuestra lucha (contra el apartheid) terminó, él predicó y practicó la reconciliación”, recordó Zuma ante un millar de personas.
La jornada de ayer fue la primera de una semana de ceremonias oficiales, que terminará el domingo 15 de diciembre cuando el líder de la lucha contra el apartheid sea sepultado.
Mañana habrá una ceremonia oficial en el estadio Soccer City de Soweto, donde Mandela hizo su última aparición oficial, en la final de la Copa del Mundo de Futbol de 2010.

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