En León hay un buen número de edificios abandonados o sin concluir, que son usados como hogar por parte de indigentes y pandilleros, además de ser un foco de contaminación porque también concentran mucha basura y fauna nociva.
Lugareños de cada una de las zonas en las que se encuentran las fincas, manifestaron que éstas les han generado varios problemas, que van desde robos y asaltos hasta una mala imagen de las colonias.
Uno de estos edificios es el que está ubicado frente al monumento a la madre, en la colonia Independencia. Ahí una familia, al parecer conocida del dueño de la construcción que está sin concluir, ha encontrado vivienda en el primer piso de la obra.
Vecinos dijeron desconocer qué recinto se planeó erigir en ese lugar y aseguraron que tiene casi una década sin que se observen trabajos de construcción.
Mencionaron también que en la parte frontal de la finca se instalaron algunos negocios, entre ellos un bar, una tortería y una pizzería, sin embargo, ninguno tuvo éxito.
Luego de que se fueron nadie se hizo cargo del inmueble durante varios meses, en los cuales se dispararon los actos delictivos en la zona, pues jóvenes aprovecharon para usarla como guarida, graffitearla y hacer otros desmanes en ella.
Esta problemática terminó hace poco más de un año, cuando una señora llegó a vivir en la primera planta junto con su hijo. Eso complicó la entrada de pandilleros, dando un poco de seguridad a los habitantes de esa parte de la colonia Independencia.
Tiempo después la mujer se fue pero dejó ahí a su hijo, quien está casado y tiene un bebé.
Una persona cercana al lugar dijo que el hombre tiene problemas de adicción y asiste en casa todo el día, no así su esposa quien se va con su hijo y regresa por las noches.
“La señora le dijo al hijo que se quedara para que no pagara renta, supuestamente el dueño le paga la luz y para agua tienen dos aljibes, así que no batallan por servicios.
“La esposa se va con su mamá y se lleva al niño, él siempre anda drogado, a veces se va hasta arriba y nos da miedo de que se vaya a aventar”, comentó una señora que expende periódicos frente al inmueble.
Una construcción que sí fue terminada pero se encuentra abandonada, es la otra sucursal del banco Santander, frente a la Deportiva Enrique Fernández Martínez sobre el bulevar Adolfo López Mateos.
Personas que trabajan en algunos negocios aledaños mencionaron que hace casi cuatro años que la empresa financiera se fue de ahí y hasta la fecha no ha sido ocupado para alguna actividad útil. También llegó a ser sede de dos empresas de informática.
Informaron que supuestamente el Sistema de Administración Tributaria embargó la propiedad, aunque esta versión no está confirmada. Fue el mismo SAT el que durante un año puso vigilancia al edificio, pero luego se fueron, según dijeron los vecinos.
Actualmente luce en mal estado, sin puertas ni protecciones, lleno de basura y con graffitis por todos lados, producto de que pandilleros e indigentes entran a drogarse y también se quedan a dormir. De hecho, la agencia de autos Honda tuvo que poner rejas en la azotea, para prevenir que se treparan a robar.
Los vecinos comentaron que, en constantes ocasiones, personas llegaban en camionetas para llevarse los cristales y protecciones de las ventanas, las tejas y el transformador de energía eléctrica.
Por lo anterior en varias ocasiones buscaron, aunque sin éxito, el apoyo de la Policía.
“Entra mucha gente y se está deteriorando aún más y luego sin protecciones entran como en su casa, está exageradamente sucio, aparte de que está obsoleto y nadie se preocupa por él, está deteriorado y genera mala imagen”, indicó Mariana Torres, quien trabaja como secretaria en un taller automotriz en las inmediaciones del lugar.
Otros comentaron que personas interesadas en adquirirlo se han acercado a preguntar por el dueño.
“Pedimos a la autoridad que lo ocupen, si es de la Presidencia pues que lo vendan, aquí me han venido a preguntar que si se vende pero pues uno no sabe ni de quién es”, demandó Juan Carlos Gracía López, quien tiene una tienda de abarrotes a unos metros del edificio.
Hace unos ocho meses, la casa de lo que fue la Universidad Comodi (escuela de diseño de modas), ubicada en la esquina de la avenida Américas y la calle Bruselas, en la colonia Andrade, fue embargado a los directivos del centro estudiantil.
Vecinos de la zona comentaron que se convirtió en un foco de desorden luego de que un presunto adquirente se llevó las puertas y ventanas para una supuesta remodelación, con el paso del tiempo, no hubo tal y algunas personas comenzaron a meterse para cometer actos vandálicos y tirar basura.
“Es un nido de pillos, muchos lo usan como prostíbulo y dejan preservativos tirados, llegan vagabundos a dormir ahí y hacen sus necesidades fisiológicas, el olor es horrible”, plático Otto Rogenhofer Durán, quien tiene un consultorio dental a un lado de la propiedad.
Los tubulares que protegían el perímetro poco a poco fueron retirados por las personas que ingresan y que ya robaron una clínica cercana.
“Hace como tres semanas abrieron una puerta que está al fondo y se metieron a la clínica que está allá atrás. Se metieron por el baño, que es el único lugar donde no tiene alarma y robaron.
“También se suben al segundo piso a tomar y fumar marihuana, ya vino la Policía pero nada más dijeron que cuando los vean se los van a llevar”, señaló.
Agregó que buscó la ayuda de la Dirección de Medio Ambiente y de ahí lo mandaron al Sistema Integral de Aseo Público, donde se comprometieron a limpiar el lugar, que se caracteriza por un intenso olor a excremento.
Por último denunció a los habitantes de unos departamentos que se encuentran en frente de tirar ahí su basura y piedras.
Otros edificios que están abandonados y se encuentran deteriorados por acción del vandalismo, son los que están sobre el bulevar Adolfo López Mateos, frente al Hotel San Francisco, entre los bulevares San Pedro y Pradera.
Están juntos y tienen por los menos cuatro años descuidados, uno fue una fábrica de calzado y el otro una residencia que meses atrás tenía la puerta abierta, sin embargo, hace unas semanas una persona acudió a poner un candado para inhibir el maltrato, según informó la cajera de un autolavado aledaño.
En estos, al parecer jóvenes de la colonia Manzanares ingresan por la parte trasera de los terrenos para hacer desmanes. Graffitis, latas de cerveza y basura es lo que refleja la falta de atención a ellos.

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