Cuando una persona quiere ayudar a otros de forma voluntaria, los beneficios que se generan no sólo son para el que recibe el apoyo, sino para el que da de corazón sin esperar recompensa.
Un estudio de la Universidad de Michigan reveló que quienes ofrecen a otros su energía, tiempo y alegría pueden ver un bien en su salud, el cual les puede llevar a tener una vida más larga.
Sin embargo, quienes hacen trabajo voluntario por algún tipo de beneficio personal no viven, en promedio, más tiempo que los que nunca han realizado alguna obra en favor de sus semejantes.
En este caso se encuentran las personas que ayudan para disfrutar el contacto social, para salirse de su casa, escapar de sus propios problemas o explorar su potencial.
Sara Konrath, psicóloga social en el Instituto de Investigación Social (ISR) de la Universidad de Michigan, junto con sus colegas Andrea Fuhrel Forbis, Alina Lou y Stephanie Brown, analizaron datos de hombres y mujeres mayores de 65 años.
En términos generales encontraron que 57% de los encuestados había realizado, al menos, algún trabajo voluntario en los 10 años anteriores.
A los participantes se les contactó 4 años más tarde y encontraron que sólo 2.3% de los voluntarios había muerto, comparado con 4.3% de quienes no habían hecho trabajo voluntario.
También encontraron que es relevante cuánto esfuerzo habían puesto las personas: sólo 1.8% de quienes habían sido, regularmente voluntarios, había fallecido, comparado con 2.5% de los que lo hacían en ocasiones.
Lo que realmente representó una diferencia fue el motivo por el cual lo hacían, y cuanta mayor importancia asignaron a las razones orientadas hacia el prójimo, más probable resultó que siguiesen vivas esas personas.
Cerebro y estrés
Konrath agrega que el trabajo hecho por su colega Brown ha demostrado que la preocupación por otras personas lleva a actuar en el mismo proceso que opera con las madres o quienes brindan cuidado.
“Este sistema incluye un conjunto de pensamientos, emociones y circuitos neurológicos y psicofisiológicos que ayudan a desactivar las respuestas al estrés y activar hormonas, tales como la oxitocina, que restauran la función fisiológica.
“Básicamente, se amortigua el estrés de la persona que brinda cuidado y se promueve su bienestar”, explica.
La psicoterapeuta María Eugenia González Lebre añade que ayudar voluntariamente llena de placer y de gozo porque se liberan endorfinas.
“A nivel emocional, por la sensación que mi cuerpo experimenta, por lo que el acto, la palabra o la sonrisa hace, nuestro cuerpo se llena de un satisfactor tan completo que hace que la persona se sienta en plenitud”, explica.
A nivel intelectual, comenta que el haber cumplido con lo que le corresponde en responsabilidad y libertad, ayuda a que el ser humano se sienta parte del otro como de sí mismo.
Existen múltiples estudios que apuntan a beneficios a la salud que recibe quien realiza voluntariado.
Según el organismo estadounidense Corporation for National and Community Service, quienes donan su tiempo a los necesitados tienen mayor longevidad, menores índices de depresión y baja incidencia de males cardíacos. Estas conclusiones se basan en más de 30 investigaciones.
En una encuesta planteada en 2010 por UnitedHealthcare, empresa dedicada al cuidado de la salud, más de 68% de quienes ayudaron al prójimo dijeron que esta acción les hacía sentirse más sanos; 89%, que incrementó su sensación general de bienestar y 73%, que su grado de estrés se redujo.
Peggy Thoits, profesora de sociología en la Vanderbilt University, dirigió otro estudio donde dividieron 3 mil 617 personas en aquellas que realizan voluntariado y las que no. Las primeras reportaron mayor felicidad, autoestima y salud física que las segundas, quienes resultaron ser más propensas a la depresión.
Por su parte, Paul Arnstein de la Boston College analizó a gente con dolor crónico y quienes brindaron su tiempo en ayudar a otros, posteriormente reportaron disminución en su malestar.
ASÍ LO DIJO
“Cuando se ayuda voluntariamente, se activan endorfinas a nivel físico-químico que nos llenan de placer y de gozo”.
María Eugenia González Lebre, psicoterapeuta
¡A dar de corazón!
Algunas de las fundaciones en donde se puede realizar trabajo voluntario son:
Voluntariado del Hospital Regional de Alta Especialidad (HRAEB)
Blvd. Milenio No. 130 San Carlos La Roncha
Tel. (477) 772 60 01 (cita previa)
Voluntariado del Hospital Materno Infantil
Avenida de la Juventud 116, Colonia Jol-Gua-Ber
Tel. (477) 3933911 y (477) 1475022
Voluntariado del Hospital General Regional
20 de enero 927, Colonia Centro
Tel. 470 19 69
[email protected]
Voluntariado DIF León
Blvd. Juan José Torres Landa 1701, Colonia El Tlacuache
Edificio A
Tel. 215 6300
Cáritas Diocesana de León
Calle Melchor Ocampo 107, Col. Obregón
www.caritasdeleon.org.mx
Tel. (477) 716-89-07 y (477) 713-83-49
Sistema CRIT Irapuato
Av. Siglo XXI No.1400, Col. Pedro de los Sauces
www.teleton.org/colabora/voluntario
Tel. 01 (46) 2606 8687