Guiados por el agua

Tejidas como en un gran tapete acuático, las hojas de loto muerden la orilla del lago. Sus flores solitarias, presentes cada Verano, perfuman el ambiente a tal grado que dan nombre a este cuerpo de agua artificial, Lotus, uno de los mayores atractivos turísticos al suroeste de Kaohsiung.
El Lotus mide aproximadamente 75 hectáreas, se localiza en el distrito de Zuoying, flanqueado al sur por la montaña Guei y al norte por la montaña Banping, ambas recubiertas de exuberante vegetación.
Cerca dejamos el puerto a donde arriban los cruceros comerciales y de pasajeros provenientes de Keelung y destinos asiáticos como Japón, o Corea del Sur. La terminal naviera es la más grande de Taiwán, con 26 kilómetros cuadrados, por la que ostenta el título de capital marítima.
Dos construcciones gemelas dan la bienvenida al lago Lotus, si se llega por el sur: las pagodas del Tigre y el Dragón, dedicadas al dios de la guerra, Kuan Kung, se alzan en un extremo y proyectan su silueta amarilla sobre el estanque.
Algunos taiwaneses acuden a esta zona con devoción. En el extremo norte está el Templo de Confucio; más próximo el templo Chi-Ming-Tang y justo enfrente el templo dedicado a la diosa de la misericordia Guanyin, acapara la atención.
Descansando sobre el lago, este templo posee la forma de un dragón a los pies de la diosa. De acuerdo con la leyenda local, Guanyin apareció montada sobre esta criatura entre las nubes y desde entonces pidió a sus fieles que así se le representara. Uno puede entrar por la boca del  dragón y pasear en sus entrañas.
El complejo, ahora rodeado por decenas de tiendas de recuerditos que comercian sombreros, abanicos, máscaras, amuletos y otras artesanías, fue estrenado en los años 50 y para los ojos ajenos su aspecto de brillantes tonalidades es más cercano al de un parque de diversiones que al de un sitio de oración.
Detrás, un puente lleva del pabellón de Primavera al pabellón de Otoño. Mientras se avanza, es común ver a grupos de deportistas que hunden sus remos y avanzan a buen ritmo por el agua, y también uno que otro pescador aficionado.
Alrededor del lago, montados en bicicletas, algunos aprovechan el circuito ciclista que viene desde el río más romántico de la ciudad o Love River. Aunque no hay muchos negocios de renta de bicicletas, algunos hoteles cuentan con este servicios.