Una estudiante de secundaria murió en el hospital Aranda de la Parra después de contagiarse por influenza AH1N1, según revela su certificado de defunción.
Andrea Carolina Trujillo, de 14 años, cursaba segundo de secundaria cuando enfermó; todo comenzó con una tos a principio de año.
“Mi hija estaba un poco decaída, comenzó a tener tos, después temperatura alta, ella decía que se sentía bien, a veces le dolía la cabeza y me decía que la llevara a los chochitos (medicina homeopática) y cuando yo la tocaba la sentía con calentura”, comentó Ernesto Trujillo, papá de Andrea.
La mañana del seis de enero, Ernesto llegó a la habitación de su hija y según relató, la encontró con la mirada triste y decaída, la tos era más frecuente y decidió llevarla a la clínica San José, ubicada en Piletas.
Al llegar al hospital, el hombre explicó los síntomas de su hija a un médico que enseguida la atendió.
“Ahí en el hospital decían que era del pulmón, que no le corría bien el aire, me mandaron a comprar el medicamento ‘Tamiflú’, busqué en todo León y no lo pude conseguir”, recordó.
“En la clínica me dijeron que no tenían los aparatos necesarios para atenderla, que la teníamos que cambiar de hospital y entonces la trasladamos al Aranda de la Parra”, agregó con la voz entrecortada.
Allí Andrea recibió la medicina que requería y fue intubada para evitar que secreciones entraran en sus pulmones. Según señala el certificado de defunción, la causa que desencadenó la muerte fue un choque mixto (estado de trauma causado por dos o más síntomas de enfermedad).
El documento revela que la menor padeció 12 horas el choque mixto, seguido de tres días con síndrome de insuficiencia respiratoria aguda, que se transformó en una bronconeumonía.
Cuatro días después el estudio epidemiológico confirmó que tenía influenza AH1N1 y seis días más tarde, el 9 de enero, falleció.
“Ella cumplió sus 14 años el ocho de enero y un día después murió a las 8:50 de la noche; mi esposa y yo estamos conscientes de que tuvimos una buena hija y estamos en paz, porque así como la recibimos de Dios, así se la entregamos”, dijo Ernesto y su voz se apagó por un minuto.
En la primera intervención médica de la clínica San José, la familia de la estudiante gastó alrededor de 8 mil pesos, después, cuando la internaron en el Aranda de la Parra, la cuenta fue de alrededor de 85 mil pesos.
“No la quise llevar al Hospital General Regional porque ya tenían muchísimos casos, no tenían espacio y estaban mandando a enfermos a otros hospitales por eso enseguida decidimos que la llevaríamos al Aranda de la Parra, lo que importaba era ayudar a mi hija”, aseguró.
“Hay buenos doctores, pero ya llevamos a los familiares a las últimas porque pensamos que es sólo una gripe, hace falta más conciencia, hace falta que el Gobierno difunda más información sobre la enfermedad para que se pueda tener la atención necesaria y oportuna”, finalizó.
Temen contagios en los hospitales
El temor de contagiarse de influenza no está en las calles, sino en las clínicas de salud.
El Hospital General Regional, los Centros de Salud y los consultorios del Seguro Social son los lugares más temidos por la ciudadanía.
A la entrada, la mayoría de los pacientes llevan tapabocas, se cubren el rostro, estornudan, se suenan la nariz y esperan atención.
Algunos como Lizeth Ornelas prefirieron pagar un médico particular para atenderse. El martes que su hijo se enfermó no quiso acercarse a una clínica, pues temía contagiarse de influenza.
“Normalmente cuando mi niño se enferma lo llevo al Seguro para no gastar mucho, y el martes se me puso bien caliente en la noche. Iba a ir al Seguro, pero escuché que es más fácil que te contagies cuando entras ahí que en la calle”, platicó la mamá de 28 años de edad.
Lizeth vive en El Coecillo y este martes logró que a su hijo le bajara la temperatura de casi 40° centígrados a 37°.
El niño sanó con medicamentos que le recetó un doctor particular, cuya cita le costó 600 pesos, aparte la medicina.
“Todos tienen tapabocas ahí en el Seguro, a mí sí me da miedo entrar. Creo que es más fácil contraer ahí la influenza que en otros lados porque se juntan muchos enfermos y el virus vuela”, reconoció.
Rogelio Medina, vecino de la colonia Las Trojes, también prefirió pagar una consulta de 300 pesos por atenderse una gripa que ir al Hospital General Regional.
La imagen de cientos de persona esperando consulta afuera de las clínicas de salud le dio desconfianza.
“En el periódico me enteré que la influenza estaba muy fuerte, y como tengo presión alta preferí pagar una consulta que pararme en el hospital. Hasta se ve como de película de terror, toda la gente que lleva sus tapabocas”, comentó.
Rogelio tiene gripa y según el doctor que lo atendió no padece del virus AH1N1.
“No tengo nada porque no me paré en el hospital, sino ahorita yo creo que ya hasta me tendrían en cuarentena”, comentó convencido.
Las clínicas, tanto de la Secretaría de Salud como del IMSS, piden a la ciudadanía tomar precauciones para evitar contagiarse de influenza, así como vacunarse.