Es la alfombra roja de los poderosos y por eso el boleto para estar en Davos, Suiza es tan costoso.
De ahí no salen los grandes acuerdos para temas apremiantes, pero permite a empresarios y líderes tener la exposición soñada en el mundo de los negocios.
Asistir a la sede del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) puede costar por persona cerca de 30 mil dólares, sin contar la entrada al evento que son cuando menos 20 mil dólares.
Un vuelo a Suiza, saliendo de la Ciudad de México y comprado con mucho tiempo de antelación comienza en 14 mil pesos en la tarifa más económica (mil 200 dólares), pero si la decisión es viajar en primera clase y comprado poco tiempo antes puede escalar hasta 35 mil pesos (cerca de 3 mil dólares).
Una vez en aquel país europeo, para llegar al pueblo de Davos es necesario tomar transporte adicional porque no hay aeropuerto en la zona montañosa.
Las opciones básicas son el tren o los autobuses que el WEF pone a disposición de los invitados, aunque también se puede rentar una limusina, por 700 dólares por trayecto, o rentar un helicóptero, por 9 mil 500 dólares en tarifa de ida y vuelta, de acuerdo a la publicación Business Insider.
Hospedarse es complejo: dado que no es una zona muy grande y el resto del año más bien no hay actividad; los hoteles son contados y una noche en habitación en un hotel de tres estrellas puede llegar a los 600 dólares, unos 7 mil 500 pesos.
Así, rentar un departamento puede parecer la opción para un grupo de 4 personas, por cerca de 5 mil dólares por toda la semana, y si se busca algo más lujoso siempre están los chalets para 10 personas por 60 mil dólares por la duración del evento.
Las comidas son algo relativamente fácil para los invitados: el programa del Foro las tiene incluidas, así como ciertas cenas, así que sólo resta encargarse del desayuno y de los alimentos de los días extras de la estancia.
Finalmente, está el detalle de la vestimenta.
Más allá de la ropa formal adecuada para rodearse de las personas más poderosas del mundo es necesario contar con prendas adecuadas a la temperatura: el promedio en Davos para el mes de enero ronda los menos 6 grados centígrados.
No obstante, aun contando con todo el dinero necesario, no crea que se puede llegar fácilmente y entrar a las conferencias y reuniones del Foro.
A Davos se llega con estricta invitación y este año se enviaron 2 mil 500 para jefes de Estado, líderes, pensadores y personalidades de 100 diferentes países.
Aun así, la entrada no es gratis.
Para una empresa, el costo del boleto es de alrededor de 20 mil dólares por persona, unos 250 mil pesos, que es más o menos lo que gana mensualmente el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Con este boleto, se puede entrar a 250 sesiones de trabajos y escuchar a oradores como Christine Lagarde, directora del FMI, a Bill Gates, empresario y filántropo o a ministros europeos.
Sin embargo, si la compañía quiere ser oradora en algún panel y tener calidad de socio estratégico el ticket asciende hasta 530 mil dólares, aunque permite que 10 individuos tengan acceso al foro.
Claro, esto trae consigo acceso a negociaciones de alto nivel, con otras empresas y con gobiernos, algo que pocas veces puede hacerse en un solo lugar.
“Davos es un foro que es sumamente mediático, que año con año ha ganado popularidad entre el sector económico del mundo pero también en áreas de investigación y proyección social, por lo que da la posibilidad de tener encuentros de primera línea”, explicó Adolfo Laborde, director de la carrera de Relaciones Internacionales en el Tec de Monterrey Campus Santa Fe.
Entre los mexicanos que asistieron este 2014 a Davos fueron el presidente Enrique Peña Nieto, quien no es nuevo en estas reuniones, fue considerado Joven Líder Global (YGL, por sus siglas en inglés) en 2007, y ahora lo acompañan Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, secretarios de Hacienda y Economía, respectivamente.
También estuvo Alejandro Ramírez de Cinépolis, YGL de la clase 2005 y quien fue uno de los copresidentes para la reunión del WEF América Latina en 2012.
Otros que asistieron este año fueron Alfredo Capote, de Citi y YGL 2009; Jorge Vergara y Angélica Fuentes, de Omnilife; Alonso Quintana, de ICA; y José Antonio Fernández, de FEMSA.
“Hasta cierto punto es como una alfombra roja en donde quizás no salen los grandes acuerdos ni se consensa sobre temas apremiantes, pero sí se desarrollan pautas para ello, puede haber una coyuntura muy específica donde se den reuniones en corto e intercambio de ideas para generar desarrollos”, indicó Laborde.

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