Con tres muestras colectivas y otros tantos proyectos individuales, las galerías del Instituto Cultural de León y el Museo de la Ciudad abrieron sus actividades de este 2014.
Las galerías “Jesús Gallardo”, “Eloísa Jiménez” y del Teatro María Grever inauguraron sendas exhibiciones de los leoneses José Pilar Muñoz Ledo Portillo (Zarzi) y Juan Carlos Zermeño González y el sinaloense Favio Montoya, así como las colectivas “La fuerza domesticadora de lo pequeño” y “Las buenas intenciones”.
El Museo de la Ciudad, por su parte, abrió la muestra “Homenaje a Posada”, proveniente de Aguascalientes y en la que participan ocho artistas oriundos de aquella entidad.
Colectivas
Curada por Daniela Edburg y Ana Quiroz, “La fuerza domesticadora de lo pequeño” es un abordaje desde distintos formatos del arte contemporáneo al concepto de la naturaleza muerta, arraigado en la historia del arte desde el siglo XVII.
“El título viene de un hexagrama del I-Ching, que obviamente se fija en las cosas pequeñas”, explicó Ana Quiroz, una de las curadoras de la exposición en la que se reúnen 16 artistas mexicanos.
“Nos pareció interesante ver cómo los artistas piensan en las cosas pequeñas que nos rodean y las interpretan de otra manera, como lo fue durante siglos la naturaleza muerta”, añadió.
Compartiendo techo con la anterior, en la Galería “Jesús Gallardo”, se ubica “Las buenas intenciones”, un recorrido por la obra de 10 autores que no necesariamente se ubican como artistas, sino que desarrollaron sus inquietudes estéticas de forma marginal, periférica o sin proponerse llegar a una galería.
Jaulas del artesano Vicente Rea Valadez, imágenes de las esculturas de azúcar que para repostería hacía Marithé de Alvarado o los papeles de envoltura con que Chucho Reyes comenzó a dar muestra de su innata capacidad plástica, son parte del inventario en la exposición curada por Carlos Ashida.
“Me pareció interesante traer a cuento una de las fuentes importantes que nutrió a las vanguardias a principios del siglo pasado, se trata de producciones no convencionales, muchas de ellas hechas sin un propósito artístico, pero que son fruto de este impulso innato del hombre de estetizar lo que produce”, comentó el curador.

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