Víctima de complicaciones a causa de insuficiencia renal falleció a los 49 años de edad el abogado y empresario Roberto Kitahara Kitahara, propietario de “Rapifoto”.
Un hombre incansable que daba la vida por sus amigos, nació en León el 21 de febrero de 1964, y como estaba por cumplir 50 años de edad ya alistaban una gran celebración, misma que realizaron recordándolo con todo respeto el pasado jueves.
Era hijo de Roberto Kitahara Karasawa y de Carolina Kitahara, quienes fundaron la empresa Rapifoto, que durante años fue administrada por Roberto. Tuvo sólo una hermana: Nancy.
El 10 de febrero de 1990 contrajo matrimonio religioso en el templo del Inmaculado Corazón de María, con María Isabel Funes Liñán, con quien procreó tres hijas: Mayumi (22 años), Naomi (20), y Kumi (18).
Estudió la primaria en el Colegio La Salle, en la colonia Andrade, luego secundaria en La Salle Panorama, donde hizo grandes amigos que se reunían hasta la fecha en la casa de Roberto Roel, quien era su socio en el despacho de abogados.
Realizó sus estudios posteriores en el Liceo Japonés de la Ciudad de México y en el Tecnológico de Monterrey Campus León y Monterrey, donde se tituló en Derecho.
Prestó sus servicios como abogado durante 25 años en la Junta No. 3 de Conciliación y Arbitraje de León.
Tuvo un gran vínculo con sus amigos, por ello desde hace más de 30 años se reunían los jueves, cada 15 días en la casa de Roel, llamándole el club de amigos “La Terapia”, entre los que se encontraba Philip Defayes, Axel Bulle, Alfonso Cabeza de Vaca y Jesús del Moral, por citar algunos.
“Era un esposo y padre ejemplar. Gozaba de la estimación de sus amigos. Muy bromista y alegre”, comentó con tristeza su esposa.
Desde hace cuatro años comenzó con la penosa enfermedad de insuficiencia renal y por diversas circunstancias no le pudieron realizar un trasplante de riñón.
Su situación de salud empeoró cuando el 21 de noviembre pasado le tuvieron que amputar ambas piernas.
“Era una persona muy creyente. Oraba con frecuencia, estaba resignado, veneraba mucho a la Virgen María y murió con una gran paz en la clínica del ISSSTE el pasado 22 de enero a las 3:30 de la tarde.
“Era el esposo ideal, el que siempre soñé. Tal vez por ello le preguntó a Dios ¿Por qué me lo quitaste? Era el compañero de mi vida, devoto del santo rosario y de la Virgen”.
“Estaba convencido de ayudar a Jesús con la misión que le encomendó en este mundo y que cumplió cabalmente. Se perfeccionó mucho espiritualmente. Tenía una paz impactante. Dios le dio el don de estar cerca de los sacramentos”, informó la señora Isabel.
A pesar de su larga enfermedad estaba aferrado a la vida y fue un auténtico guerrero.
“Desde hace cuatro años ya estaba muy enfermo. Se levantaba del lecho del dolor para seguir luchando, ser un ejemplo de vida. Era un auténtico guerrero de la supervivencia”, subrayó su viuda.
Sus familiares y amigos del club “La Terapia” lo recuerdan con gran cariño e informaron que hoy y mañana se celebrarán misas a las 8 de la noche en templo de San Rafael, ubicado en Balcones del Campestre, para elevar una oración por su eterno descanso.
Descanse en paz.

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