Faenón de “El Juli”

El madrileño Julián López “El Juli” fue el gran triunfador de la cuarta corrida de Feria tras cortar las dos orejas y rabo de su segundo toro de la tarde, luego de un faenón.
Les dio un repaso a sus alternantes, Arturo Saldívar, quien cortó una oreja y Diego Silveti que tuvo que regalar un sombrero para poder cortar una oreja.
Se corrieron astados de la dehesa de Teófilo Gómez, un desfile de animales faltos de casta, chicos y que rodaron contantemente por la arena, salvando la divisa y el honor de la casa al que le cortaron el rabo.
El primer toro de la lidia ordinaria de Diego Silveti, fue devuelto luego de ser protestado por el público por inválido, dado que rodaba constantemente en la arena.
Salieron por la puerta de chiqueros ocho toros. Uno fue devuelto, y uno de regalo de la ganadería de Campo Real, que también resultó débil y falto de casta.
Mejoró mucho la entrada en los tendidos del coso de La Luz, registrándose tres cuartos de entrada, la mejor del serial.
‘El Juli’ , el  maestro
Vino, toreó y triunfo “El Juli”. Puso la cabeza de plaza y salvó la tarde que estaba condenada a un fracaso por el pésimo juego de los astados, muchos de ellos jovencitos y faltos de presencia.
El público se metió con el madrileño en su primero, que era un inválido. Pero saltó a la arena el No. 27 de nombre “Leonés” con 490 kilos al que toreó de rodillas y le bordó una faena por nota. Un toro noble al que aprovechó cabalmente con pases en redondo con ambas manos, con adornos.  Mató de estoconazo para que se le concedieran los máximos trofeos y vuelta al ruedo al noble ejemplar. Un gran triunfo del joven maestro.
Saldívar, una oreja
Arturo Saldívar también tuvo una digna actuación.
Cortó la oreja de su primero a base de aguantarlo y mantenerlo en pie. El diestro por encima del bicho. Mató de estocada tendida para oreja.
En su segundo estuvo tesonero y medido en los terrenos del astado que terminó parado. Estocada trasera y se retiró en silencio:
Diego sin suerte
El paisano Diego Silveti mostró honestidad y coraje toda la tarde, pero ante estos animales deslucidos poco se puede hacer. Su primero fue devuelto. Se recorrió el turno y salió su segundo estando empeñoso. Saludó desde el tercio.
En su segundo, un toro que estaba reseñado como reserva, estuvo en torero y valiente, pero falló con la espada.