Ya se sabe: es uno de los “cocos viajeros” que, si no se sabe sortear con inteligencia, puede arruinar al menos un par de días de las vacaciones… y arruinar innecesariamente aunque sea unas horas de vacaciones siempre es pecaminoso.
Nuevos descubrimientos de investigaciones de institutos y academias son publicados año con año, y aunque la mayoría concluye que es imposible evitarlo, cada vez hay más indicios de que es posible aligerar su efecto.
El jet lag es la descompensación y desorientación del ritmo circadiano, que es el que regula el ciclo adecuado con base en horas de sueño.
Por esto, ahora las terapias de luz, masajes y pastillas son procuradas por viajeros frecuentes que realizan trayectos de vuelo de más de siete horas.
Reyes Haro, director de la Clínica de Trastornos de Sueño de la UNAM, asegura que tanto pasajeros como tripulación que realizan vuelos trasatlánticos con periodicidad regular deben ser muy conscientes de sus horarios para dormir.
Es vital predestinar la agenda con la almohada, para deshacerse de la somnolencia diurna y el insomnio nocturno.
“Muchos pasajeros cometen el error de dormir lo más posible en el avión, y ya no tienen sueño cuando llegan a Londres, por ejemplo”, considera Haro. “Deberían permanecer despiertos hasta la noche, para tener sueño y entonces conciliarlo más fácilmente”.
Nicki Sangngampal, Gerente Adjunto del Hotel Boutique Alila Villas Uluwatu, de Indonesia, comenta que a sus huéspedes les sugieren masajes o ejercicio para optimizar su rendimiento físico y paliar las molestias del jet lag.
“Les recomendamos masaje, porque estimula la presión sanguínea, o que hagan una caminata por la playa o la ciudad. Así se sienten más despiertos y el cuerpo se revitaliza. Luego con el cansancio duermen más fácilmente”, apunta Sangngampal.
Algunos doctores sugieren pastillas como Airborne, que concentra distintas sustancias para contrarrestar los efectos del jet lag.
Sin embargo, Haro y Sangngampal aseguran que si el problema del jet lag es continuo, lo recomendable siempre será acudir con un especialista en terapias de sueño para evitar en lo posible automedicarse.
Los cinco clásicos
Mientras se sigue investigando para obtener un remedio más definitivo, los expertos sugieren no dejar de lado los clásicos:
-Consumir melatonina. Esta es la sustancia que el ser humano secreta de forma natural y ayuda al cuerpo a regular el ciclo de sueño. Sus niveles en el cuerpo se ven afectados, entre otros factores (como la edad) por el jet lag.
-Buscar exposición directa al sol. Para el cuerpo, es vital pasar un periodo mínimo de cinco horas ante la luz natural, por lo que el reloj biológico se normaliza cuando percibe claramente ciclos de oscuridad y claridad.
-Tomar un baño caliente. Relajarse de esta forma, sometiendo al cuerpo a una temperatura caliente en agua, como podría ser un baño en jacuzzi o en la tina es una medida muy acostumbrada en Asia.
-Evitar distracciones de sueño. Atender el celular y la computadora o ver televisión suelen ser distractores comunes para los que no pueden dormir bien, por lo que se recomienda olvidarse de estos desde una hora antes de irse a la cama.
-Terapias de luz artificial. Son más comunes en hoteles de lujo y ciudades de negocios. Se ingresa a cámaras para exponerse a luces especiales en periodos de entre 30 a 60 minutos, según las horas que hay que “ajustar”.

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