El Obispo de la Diócesis de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia, achacó los robos a las iglesias a delincuentes juveniles con problemas de adicción.
Dijo que sobre todo las alcancías con lo que deja la gente es lo que desaparece, aunque agregó que se ha colaborado con Seguridad Municipal y todos los robos se han denunciado.
“Ha habido robos, no han sido muchos, pero ha habido. Ahora pues alcancías, yo pienso que pueden ser muchachos que se drogan, no ha habido una cosa más general, que gente que se droga, que necesitan y andando fuera de sí, van a buscar algo más para seguirle (ingiriendo droga), o muchachos que hacen pandilla también en los barrios”, dijo.
Señaló que el respeto que antes se tenía por estos recintos se ha perdido con el tiempo.
“El respeto que había con la Iglesia se ha perdido, eso se nota, lo que se ha dado es parte, se ha denunciado. Yo sé que en algunos barrios casi no entra la Policía y sí hay muchos robos, muchos asaltos constantemente”, dijo.
En el tema de las extorsiones, Castillo Plascencia dijo que se han presentado en la Iglesia, pero de manera muy “superficial”, por las que también se ha hecho la denuncia correspondiente.
“Se las achaco a la gente que está en la cárcel, y que tienen sus contactos”, explicó.

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