Con el objetivo de dar proyección a artistas locales y bajo la influencia del concepto europeo, en 2011 nació el Bazar de Arte y Diseño de León.
A cargo de Nélida “Nelly” Aviña, el bazar comenzó con diseñadores y amigos que se sumaron al proyecto de artistas en la Zona Centro de la ciudad.
Hace un año se estableció en el bar 1910, en la calle Madero, donde se les renta el lugar cada último domingo de mes, que es cuando se lleva a cabo el bazar en el que participan entre 30 y 40 expositores por edición, según sea la afluencia.
“Es mucho que se van pasando la voz, hay mucha gente que aún no lo conoce, es todavía medio ‘underground’ pero se pasa la voz entre diseñadores, vienen muchos chavos de La Salle y de la UDL, son los principales en crear su producto, se enteran del bazar y mandan su solicitud para participar”, dijo la organizadora.
Se escogió el domingo porque es el día familiar por excelencia, además para dar una oportunidad de entretenimiento a los leoneses y porque, para muchos vendedores, el bazar es su pasatiempo, una miniempresa que mantienen en sus ratos libres o porque tienen otro trabajo.
Se puede participar por medio de una convocatoria que se envía a través de redes sociales los primeros diez días de cada mes, y el día 11 ó 12 Nelly Aviña da a conocer la lista de los seleccionados, que se escogen según sea la innovación del producto o concepto de cada artista y diseñador.
“Soy como el juez de quién entra y sale o quién sigue, algunos se molestan porque ya no quedaron en alguna edición, pero ya no muestran nada nuevo, entonces no puedo tener a dos personas que hagan algo parecido”, agregó.
Aunque por el momento sólo cuentan con una página en Facebook, los organizadores trabajan en la creación de una página web para dar mayor proyección al bazar.
La afluencia de gente al bazar ha variado durante sus poco más de dos años de vida, en las primeras ediciones asistieron más leoneses debido a la novedad del concepto, afirmó Aviña.
“Ha sido como un sube y baja, al principio era mucha gente que veíamos que entraba al bazar, después fue bajando, ahorita lo que estamos tratando de hacer es estar cambiando a los vendedores para que haya más variedad de productos, tener más vendedores nuevos por edición para que llame más la atención y haya novedades”, indicó.
Nelly Aviña destacó que continúa con el proyecto porque le gusta, pues tiene un trabajo formal en una tienda departamental.
“No es un evento lucrativo, se pagan gastos básicos… yo no vivo de esto, en cada edición hay algo nuevo”, señaló.
Negó recibir apoyo del Municipio, ya que es una actividad independiente.
‘Comercio justo’
Además de dar proyección a diseñadores y artistas locales, en el bazar se trata de apoyar el comercio justo, es decir, no hay intermediarios entre el consumidor y el expositor, y así el vendedor recibe lo justo por su trabajo y su producto.
“Tenemos una frase que dice ‘Di no al regateo’, es un trabajo que está hecho con amor, que cuesta y que tiene un tiempo dedicado, no es un trabajo industrial, somos proyectos totalmente independientes”, explicó.
En cada edición se le da un espacio a los miembros del colectivo de productores orgánicos y artesanales, Mercado de Granjeros, debido a que son proyectos hermanos ya que los mismos organizadores en conjunto con otros amigos lanzaron el concepto de ambos.
Vienen de otros estados
Cynthia Saucedo, dueña de la marca Pura Madre, dedicada a la venta de ropa y accesorios mexicanos contemporáneos, recibió la invitación para participar en el bazar y asiste en cada edición mensual desde la ciudad de Aguascalientes.
La marca tiene 10 años y la tienda seis, ubicada en un callejón peatonal en la Zona Centro de Aguascalientes, donde Cynthia elabora todo a mano y su concepto es rescatar la cultura mexicana, las telas, lo clásico, piezas de cerámica hechas y pintadas totalmente a mano.
“Además ilustro, hago las ilustraciones y luego saco una pequeña colección de artículos que se puedan usar, todos son mis diseños, con una tendencia más contemporánea, rescatando las artes o las cosas que se hacen en México desde hace mucho tiempo pero dándole una combinación”, dijo.
Proyección regional
Los jóvenes creadores de la marca leonesa Friducha consiguieron en el Bazar de Arte y Diseño de León la oportunidad de llevar sus diseños a otras ciudades del estado e incluso a otros estados.
Daniel Esaí, co-creador de la marca, explicó que ésta surgió de la idea de uno de los diseñadores con el propósito de generar contenido para hacer productos mexicanizados, tomar la esencia que tienen los mexicanos y convertirla en un productos que se puedan usar todos los días.
“La primera fue de Frida Kahlo, sacamos edición especial del Día de Muertos y la idea es seguir explotando temas mexicanos, hacerlo único… la marca arrancó en el bazar hace seis meses y desde entonces hemos venido cada edición”, dijo.
Destacó que las ventas han sido muy buenas, además de que obtuvieron proyección y colaboraciones con otras diseñadores del bazar, integraron talento de otros lados en León y otras ciudades del País, pues incluso cuentan con un punto de venta en una tienda de Querétaro.
Diseño conjunto
El colectivo de diseño de la marca Mon Amour integra diseñadores y productos originarios del Distrito Federal, León e Irapuato.
La tienda surgió este año con el objetivo de apoyar el diseño mexicano, ya que se dedican a llevar sus piezas a bazares de otras ciudades.
“Después decidimos poner una tienda en Irapuato, todo es mexicano, para apoyar el diseño, es la primera vez que venimos ya como tienda al bazar, si alguien quiere unirse puede hacerlo siempre y cuando no se repita el concepto de otras marcas”, dijo Eric Enríquez, miembro del colectivo
Participante primeriza
El domingo 15 de diciembre fue la primera vez que Jéssica Álvarez, egresada de la licenciatura de Diseño de Modas y Calzado en la Universidad De La Salle, participó en el bazar para exponer las pijamas que diseña.
“Tengo dos meses con mi marca, este es un incentivo para poder poner la marca de ropa para dama que tengo”, dijo.
Decidió asistir al evento, pues lo considera un espacio para jóvenes emprendedores y un incentivo para impulsar sus diseños.
Mezcla de arte y comida
En el Bazar de Arte y Diseño de León también se pueden encontrar alimentos, además de los productos diseñados y creados por artistas locales.
Ese es el caso de Jale La Abuela, una marca leonesa que se dedica a la producción de jaleas artesanales hechas en casa con productos naturales, sin conservadores artificiales.
“Desde hace dos años las realizamos pero dejamos de hacerlo un tiempo y otra vez empezamos a producir a ver qué tal se mueve, próximamente abriremos una página del producto”, dijo Eduardo Caballero, director de la marca.
La marca tiene un año presente en el bazar, y los dueños aseguraron que una de las razones por las que aún asisten es el ambiente de creatividad que ahí se respira, que, de alguna manera, inspira para continuar con proyectos propios.