En el aula mayor de El Colegio Nacional se realizó ayer un homenaje al poeta, ensayista y traductor mexicano José Emilio Pacheco, fallecido el domingo.
Cristina y Laura Emilia Pacheco, esposa e hija del autor; Emilio Chuayffet, titular de la Secretaría de Educación Pública y Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), realizaron una primera guardia de honor.
Poco antes de las 11 de la mañana, el cuerpo del escritor mexicano José Emilio Pacheco ingresó a El Colegio Nacional, que fue su casa desde 1986.
Le ofrecieron el Palacio de Bellas Artes para sus despedida, pero él quiso que su último adiós fuera en la institución en la que durante años impartió conferencias y discutió ideas.
En el aula magna de esta institución cultural, bajo el escudo del águila con las alas abiertas, se puso el féretro de madera con los restos del también cronista de la Ciudad de México.
La primera guardia de honor estuvo integrada por Cristina Pacheco, su viuda, Laura Emilia, una de sus hijas -Cecilia prefirió no asistir al homenaje público-, el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa y Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación Pública.
Al inicio del homenaje, el historiador Enrique Krauze ofreció un discurso en recuerdo del autor de “Las batallas en el desierto”, donde lo evocó como el último gran humanista en México, una persona decente y un hombre bueno, dijo, en el más amplio sentido de la palabra.
Previo al mensaje que la familia pidió al historiador Enrique Krauze ofrecer como despedida al autor de “Las batallas en el desierto”, Cristina Pacheco conversó con la prensa. Relató el accidente que le produjo el golpe en la cabeza a José Emilio; también las horas previas a su deceso.
Además de decenas de lectores, al Colegio Nacional llegaron personajes como Elena Poniatowska, Rafael Pérez Gay, José Sarukhán, José Soberanes, Eduardo Matos Moctezuma, Margo Glantz, Jacobo Zabludovsky y Jorge Volpi.
El vehículo que llevaba sus restos esquivó a los medios y entró por la parte trasera del inmueble. La hija de Pacheco, Laura Emilia, acompañaba los restos.

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