“No duermas para descansar, duerme para soñar y despierta para cumplir tus sueños”, es la frase con la que dos jóvenes ingenieros se inspiraron para la creación de su propia empresa, Armadillo Motors, productora de bicicletas eléctricas.
Emilio Sosa Solís, de 23 años, y Juan Pablo García Aguilar, de 24, ingenieros en Mecatrónica egresados de la Universidad Iberoamericana León (UIA), consolidaron un proyecto escolar para lograr ser los pioneros en la producción de una bicicleta eléctrica en México.
Su objetivo, hacer más eficientes los trayectos de elementos de seguridad, repartidores y usuarios particulares.
Lo que empezó como un trabajo dentro de las aulas, pasó a llevarlos a varios campeonatos de jarts eléctricos, como el torneo Electratón que organizaba Toyota, donde adquirieron el conocimiento y experiencia necesarias para llegar al proyecto de bicicleta eléctrica de alto desempeño.
Pero además aseguraron que este es sólo el primer paso, pues sueñan con pasar a motocicletas eléctricas que sean más potentes, hasta llegar a la producción de automóviles eléctricos.
“Llevamos dos años y medio desarrollando tecnología, la primera parte fue el campeonato y el modelo actual se logró después de esos 18 meses de desarrollo tecnológico, de hacer un modelo ergonómico, de fácil acceso y que pudiera adaptarse a diversas condiciones, desde la ciudad hasta poder salir a otros caminos, es un trabajo arduo porque la tecnología no es tan fácil de crear ni tampoco hacer algo desde ceros, es prácticamente una larga tarea que para nosotros ha sido muy satisfactoria, este es el octavo prototipo, éste ya es el de producción que se va a comercializar”, dijo Emilio Sosa.
La bicicleta integra un motor que se coloca sobre la rueda en la parte trasera, de nombre RushLess, que no tiene ningún tipo de contacto, lo que lo hace un vehículo eficiente, va conectado a una computadora que recibe toda su energía de una batería de muy alta capacidad.
Todo el sistema funciona independiente del esfuerzo mecánico, del pedaleo, el usuario podrá pedalear y al momento de sentir cansancio o dificultad en el camino tendrá la opción de utilizar el sistema eléctrico que funciona como una moto, tiene un acelerador en el manubrio y, además, se puede pedalear para ayudar a extender la vida de la batería.
Una de las influencias para desarrollar este vehículo híbrido fue el estudio de movilidad que anualmente se hace en el País, que revela el elevado porcentaje de bicicleta y motos en las ciudades.
La idea fue generar un híbrido que tenga las capacidades de una bicicleta, que no necesite placas o licencia de manejo, que sea ágil y además, que se combine con la potencia de una motocicleta para que sea más eficiente para las ciudades de México.
“Creemos que es un vehículo que puede eficientar mucho el transporte de los tres mercados, la Policía tiene muchos vehículos pero para ciudades tan pequeñas como las de Guanajuato no es muy útil una camioneta enorme, es más fácil que se muevan en vehículos de este tipo”, agregó Juan Pablo García.
El nombre de Armadillo Motors se basó en que tuviera un concepto alusivo a México y en el hecho de que dicho animal no se deja de mover nunca.
La compañía ya inició su producción, por ahora con cinco unidades semanales, pero se pretende que crezca hasta alrededor de dos mil al año.
También comenzaron las primeras ventas en tres municipios, Abasolo, Pénjamo y San Miguel de Allende.

Recomiendan incubación

Tras participar en varios concursos y fincar el proyecto a nivel escolar, Emilio y Juan Pablo se dieron cuenta que esta podría ser una buena área de negocio y decidieron incubar el proyecto en la Unidad de Innovación, Aprendizaje y Competitividad (UIAC) de la UIA.
Actualmente se encuentran en proceso de post-incubación, es decir, en la etapa en que ya generaron los medios esenciales para que el proyecto funcione, un proceso de expansión en el que ya está lista la producción pero aún se podrán afinar algunos detalles.
“Somos la única empresa startup en México que fabrica y diseña vehículos eléctricos de rueda a rueda, somos una empresa leonesa de alta tecnología”, dijo Emilio Sosa.
Y como empresa startup, de arranque o historia limitada, buscan tener una red de proveedores que sea mexicana y que toda la producción se haga en el estado para crear empleos y que la generación de tecnología sea integral, pues trabajan con gente de otras áreas como diseño, marketing y publicidad y gente especializada en negocios y producción.
Ocho personas colaboran directamente con la empresa, más la red de proveedores, que son cerca de 50 quienes reciben indirectamente el trabajo de Armadillo Motors.
Los empresarios recomendaron a jóvenes con inquietudes similares a acercarse a una incubadora de negocios para aterrizar su idea y concretarla como un proyecto o empresa en forma.
“Es algo que yo le diría a todos los jóvenes “¡Aviéntese a hacerlo!, si no es ahorita que pueden y que no tienen ninguna responsabilidad, ¿cuándo?”, comentó Juan Pablo García.

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