El programa Bachetón, realizado durante el 2013 por la Administración municipal y que tuvo un costo de 2 millones de pesos, no cumplió con las metas que se tenían como objetivo primordial, señala la auditoría realizada a la obra.
Además, durante la aplicación del programa se realizaron cambios al esquema constructivo que se ideó al inicio, no se hicieron pruebas de laboratorio, ni se contó con manuales internos, según las conclusiones de una revisión que se realizó durante al menos tres meses.
Trascendió también que Asphaltec, la empresa que obtuvo el contrato, se comprometió a que sus supervisores repararían los agujeros que fueron arreglados y que actualmente otra vez están dañados, pero hasta el momento no se ha concretado la reparación, a pesar de que se fijó el 11 de diciembre pasado como fecha pactada.
La auditoría comenzó el pasado 2 de septiembre, tres meses después de iniciar el programa, luego de que se diera a conocer un retraso considerable en el cumplimiento de la obra por parte de la empresa.
Durante la investigación se revisaron documentos y se acudió físicamente a varias calles arregladas.
La bitácora de obra, los criterios para elegir los baches a reparar y toda la documentación referente al proyecto, fueron solicitados al contratista.
Las conclusiones
Como primer punto se concluyó que en el caso específico de siete calles ubicadas en las colonias Las Trojes, Valle de Señora y La Azteca, se realizó un cambio en el esquema constructivo de los baches, por indicaciones de José de Jesús Pérez Jacinto, quien fungía como supervisor interno adscrito a la Dirección de Mantenimiento Vial de la Dirección de Obra Pública.
La justificación de este cambio de esquema fue solicitada como parte de la auditoría, sin embargo, no fue proporcionada.
De acuerdo a las conclusiones, no había tampoco un criterio para determinar si el bacheo era menor, mayor o incluso ameritaba una rehabilitación de la calle por la dimensión del daño en el pavimento.
Como segundo punto de observaciones, cuando se solicitó conocer los criterios aplicados para elegir los hoyos a reparar, se concluyó que no se contaba con un manual interno que fundamentara este tipo de decisiones con argumentos técnicos.

Reparación incompleta

Debido a una indicación de la supervisión interna del Bachetón, la reparación de los agujeros en las calles se hacía únicamente en el área dañada, es decir, se debió contemplar un área mayor a reparar, pues con el tiempo el perímetro de las bases colocadas se daña por la filtración de agua y nuevamente el concreto se deteriora.
De acuerdo a las conclusiones de la investigación, lo anterior ocurrió en algunas calles tiempo después de que fueron reparadas como parte del programa municipal.
En este aspecto analizado, se concluyó que existieron varios casos en que los daños en el pavimento se repararon como baches, cuando la calle en sí requería una rehabilitación.
La calle Sofía Álvarez, esquina con bulevar Miguel de Cervantes Saavedra, la calle Héroes de la Independencia en el barrio El Coecillo, la calle Fray Toribio de Benavente en la colonia Las Trojes y en las calles Oxígeno, Sodio y Potasio de Valle de Señora, presentan hundimientos o deterioros en los agujeros reparados.
En este rubro se solicita a la Dirección de Obra Pública que el contratista Asphalpec repare los espacios necesarios que cumplan con la garantía y calidad estipuladas en el contrato.
En diciembre pasado, José Martínez Plascencia, titular de Obra Pública en León, reconoció que no fue correcta la manera en que se aplicó el Bachetón.

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