Comerciantes de la calle Hermanos Aldama en la zona Centro exigieron al gobernador Miguel Márquez que los apoye para agilizar las obras de remodelación que están mermando sus ventas.
“Queremos dirigirnos directamente con el gobernador porque aquí no nos hicieron caso ni en un lado ni en el otro, queremos a alguien que nos haga caso”, comentaron los locatarios.
Lo anterior luego de que ayer la Constructora Rincón Bajío, encargada de las obras, les hiciera llegar un oficio donde les informaba lo siguiente:
“Se iniciará la obra de rehabilitación de pavimentos a partir del lunes 3 de febrero del presente año, correspondientes al tramo de la calle Hermanos Aldama desde el acceso al estacionamiento del Hotel León hasta la calle 5 de Febrero, esto con el objetivo de que ustedes tomen las medidas preventivas correspondientes”.
Los afectados denuncian que el Ayuntamiento se comprometió a no comenzar las obras en el tramo señalado hasta terminar el frente 3, correspondiente a la calle 5 de Febrero, de Emiliano Zapata a Pino Suárez.
“Ya nos habían dicho ‘terminamos la Belisario y le pegamos ya a la otra’, pero la Belisario muerta y ahora ésta. Lo que estamos pidiendo los comerciantes de esta calle es que terminen hasta la Madero y luego ya sí empiecen acá, que terminen lo que ya está empezado”, comentó Alejandro Portugal, propietario de la boutique “Britannia”.
Los empresarios manifestaron su total decepción ante el nulo cumplimiento de los acuerdos por parte de la constructora y del mismo Municipio. Además comentaron que se reunirían con autoridades municipales a las 10 de la mañana de ayer, pero el encuentro fue cancelado.
“El mero problema es que no han terminado Belisario Domínguez (hasta Emiliano Zapata) y ya van a cerrar aquí, ¿ahora qué haremos? Estamos viendo que en dos meses y medio llevan un pedacito; cuánto van a tardar en arreglar esto, nos van a tener 6 meses encerrados”, dijo Víctor González, dueño de una óptica.
Ayer por la tarde los afectados fueron sorprendidos al recibir dicho oficio, el cual se pedía ser firmado por conformidad, a lo que se negaron.
“Querían que firmáramos, sólo lo hicieron dos (comercios), pero se han agarrado del factor sorpresa”, comentó Ana Guerrero, propietaria de una ferretería.
AM habló con cada uno de los locatarios y corroboró que el disgusto es por parte de todos los dueños de los comercios afectados, quienes además dijeron que no esperan ni creen que se les otorgue ayuda económica.
“El problema ya no es la ayuda; que lo que van a hacer lo hagan pensando”, opinó Rogelio Hernández, quien vende perfumes.
“El subdirector de Obra Pública, Misael Mexicano Páramo, no realiza los trabajos ni órdenes de manera inteligente. Toma decisiones en una banqueta caminando, improvisando”, añadió.
Con molestia, los comerciantes aseguraron que de ser necesario acamparían para impedir que les sigan cerrando más calles.
“Que no empiecen más obras hasta que terminen las ya iniciadas. Queremos que haya mínimo un 40% de flujo peatonal, así nos están bloqueando totalmente (…) Lo del apoyo es lo de menos, lo que queremos es trabajar, no nos negamos a que abran las calles pero que respeten el convenio”, dijo Salvador Flores, quien administra un bar.

Impiden locatarios abrir nuevas zanjas

Trabajadores de la Constructora Rincón Bajío realizaron ayer un sondeo en la calle Hermanos Aldama, justo en frente de las oficinas de SAPAL; sin embargo, detuvieron las obras debido a la presión de los comerciantes afectados.
Los empleados encargados de las obras de remodelación en la Zona Centro bloquearon con malla naranja el paso sobre la banqueta, por lo que transeúntes debieron descender de ésta para seguir su camino.
Cuando los locatarios se percataron de que había un tramo de la banqueta acordonado, de inmediato preguntaron a los trabajadores por qué motivo comenzarían ahí las obras sin haber terminado otras calles.
Además, exigieron que si comenzaban los trabajos debían cuidar el área y no arriesgar a peatones que ante su intervención tuvieron que transitar por debajo de la banqueta y argumentaron que al no tener protecciones, como trozos de madera que detuvieran el salto de las piedras, también podrían golpear a quienes pasaban.
Uno de los empleados de la constructora explicó a los comerciantes que debía hacer el sondeo pero que no les afectaría el día de ayer.
“Sabemos que es molesto, pero es nuestro trabajo, por favor denos chance”, solicitó.
Sin embargo, minutos antes de las tres de la tarde y luego de la presión de los locatarios, el mismo empleado dio órdenes a sus compañeros para que suspendieran las labores para llevar a cabo el sondeo en dicho pedazo de la banqueta.
“Ya recibí la orden y no nos dejan trabajar, recojan todo lo de aquí y vámonos”, dijo a sus colaboradores.

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