Una semana antes de las elecciones, el candidato Luis Guillermo Solís no era más que el cuarto aspirante con “alguna” posibilidad de meterse en la lucha por la presidencia en una segunda ronda electoral en Costa Rica.
Este domingo no sólo confirmó que está listo para disputar la presidencia del país en la siguiente votación, sino que además alcanzó la más alta votación de la noche, derrotó al favorito, el oficialista Johnny Araya, de Liberación Nacional, y rompió con el sistema bipartidista que ha gobernado durante 32 años al país, cuyas elecciones eran ganadas por el Partido de Liberación Nacional o la Unidad Social Cristiana.
Según el politólogo y profesor de la Universidad de Costa Rica, Francisco Barahona, el descontento que existe entre la mayoría de los costarricenses por la labor del actual gobierno fue reduciendo el apoyo para Araya con el paso de las semanas.
“Con las encuestas desde el mes de noviembre teníamos claro que había un 65% de los votantes que no quiere un tercer gobierno consecutivo del PLN. Ese sentimiento se mantiene y creo que se mantendrá hasta el 6 de abril”, afirmó.
Desde el inicio de la campaña electoral, Araya estuvo disputando el primer lugar de las preferencias electorales inicialmente con una amplia ventaja. Pero en noviembre tuvo al partido de izquierda, Frente Amplio, como su principal contendor y al Movimiento Libertario a poca distancia.
Barahona cree que las disputas que Araya mantuvo con el izquierdista del Frente Amplio, José María Villalta, y el derechista del Movimiento Libertario, Otto Guevara; terminó por desgastar a los tres candidatos.
“Esos tres se ‘chocaron los carros’ mientras Luis Guillermo Solís se mantuvo al margen y no era foco de los ataque entre estos. La campaña del miedo contra Villalta (al señalarlo como comunista), puso a dudar a algunos de sus seguidores, pero no decantó los votos hacia Araya o Guevara, sino que se fueron con Solís”, explicó.
El politólogo de la Universidad de Costa Rica, Luis Emilio Jiménez, comentó que esta actitud de confrontación directa entre Araya, Guevara y Villalta cansó rápidamente a los electores, quienes encontraron en Solís un candidato más “sosegado” y con una propuesta de moderación.
“Al costarricense no le gusta la pelea, la confrontación a los tres días lo cansa. La población se informó de las propuestas por los debates y allí estos tres candidatos protagonizaron ataques muy violentos, a lo que Solís sacó provecho”, manifestó.
El panorama cambió a pocos días de la elección, cuando la última encuesta de la Universidad de Costa Rica dio cuenta de que Solís había crecido de manera importante en la última semana, desplazando al Libertario del tercer puesto y con clara tendencia crecer. La medición también dejó el panorama abierto y una gran incertidumbre, pues un tercio de los posibles electores se declaraban aún indecisos.
“Históricamente el Partido de Acción Nacional crece mucho en enero”, dijo Barahona. “En esta ocasión Solís insistió en que él podía ganar, que venía creciendo. Atrajo a muchos votantes que no se habían decidido porque no es un político tradicional, un profesor universitario de centro izquierda y eso provoca el resultado ayer”.
Ese elector “silencioso” acudió a votar el domingo sin mostrar su apoyo, sin portar banderas, y terminó por hacer realidad el escenario menos esperado en esta elección: una victoria de Solís.
El presidente del Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, Luis Antonio Sobrado, anunció este lunes el inicio del conteo manual de los votos emitidos como lo ordena la Constitución pues la diferencia de votos entre los dos primeros lugares es menor a un 2%.
Según el último reporte del Tribunal Supremo de Elecciones, con el 89% de las mesas escrutadas, Solís obtuvo el 30,95% de los votos y Araya el 29,59%.
Dado que ningún candidato logró el 40% necesario para ser proclamado presidente, Solís y Araya deberán enfrentarse en una segunda ronda electoral programada para el próximo 6 de abril.
Costa Rica: Solís da la sorpresa en elecciones
El candidato Luis Guillermo Solís, quien hasta hace una semana era el cuarto aspirante con pocas posibilidades gana la elección en Costa Rica con el 3