Crece el número de indigentes

Protección Civil de San Francisco de Rincón atiende entre 2 y 3 indigentes diariamente, lo que se ha convertido en un tema de consideración, luego de que se analizaran los costos de movilización y la falta de un albergue establecido en la ciudad.
En total se habla de que en San Francisco del Rincón transitan alrededor de 30 indigentes, de los cuales 10 son originarios de la ciudad y el resto vienen de León y de algunas comunidades, esto de acuerdo a los registros de Protección Civil, que son quienes finalmente se encargan de dirigirlos a sus lugares de origen, o en su caso resguardarlos en Seguridad Ciudadana o bien DIF.
Lo que es una realidad, es que en la ciudad no se cuenta con un albergue que funcione como tal, ya que no hay espacios habilitados para cumplir con esta actividad.
Miembros del Consejo de Protección Civil de San Francisco del Rincón señalaron la importancia de establecer mesas de trabajo, que sirvan para presentar un proyecto objetivo acerca de los beneficios de contar con un albergue, esto una vez que se consideró el hecho de que además de significar una forma de vida inadecuada para los indigentes, se habló de las molestias que causan a la ciudadanía y la imagen que no favorece a la ciudad.
Van por un espacio
Varios de los integrantes del consejo de esta dependencia mostraron interés en que la ciudad cuente con un espacio adecuado para que estas personas puedan al menos pernoctar y contar con el lugar y la atención requerida.
Sin embargo, surgió el aspecto económico, ya que se hizo hincapié en que se tiene que buscar la instancia que cuente con el espacio y los recursos para hacerse cargo de un albergue.
Cabe tomar en cuenta que para ello además del presupuesto se tiene que contar con personal capacitado, habilitar y mantener el lugar.
De tal manera que este tema fue propuesto para plantearlo en su momento ante el Ayuntamiento, dado que la presencia de indigentes en la ciudad ha ido en incremento, ya sea locales o foráneos.
Se informó que incluso que estas personas manifiestan que no desean que se les lleve a sus casas, aún cuando saben en donde viven, por temor a maltrato.