Los robos que han sufrido comerciantes del Centro los han obligado a instalar cámaras de seguridad, alarmas y sensores de movimiento hasta en locales pequeños e incluso a exhibir a los delincuentes en fotografías impresas para alertar a los clientes.
Los comerciantes han llevado videos y fotografías para ayudar en su captura, pero aseguran que ni así las autoridades hacen algo para detenerlos.
“Fui a presentar mi denuncia, les llevé fotografías de tres cámaras que tengo instaladas en mi negocio, vinieron a tomar las huellas dactilares y ni así, lo que más me molesta es que lo hagan perder el tiempo y no resuelvan nada”, indicó un comerciante de la calle Reforma que sufrió un robo durante la madrugada, el 31 de enero de 2013.
En una importadora de la calle Reforma 325, con la razón social Novedades Gaby, donde venden calcetines y ropa interior, han grabado varios robos de mercancía y tienen identificado a un grupo de farderas, mujeres que esconden entre sus ropas las cosas robadas, aunque también hay hombres con ellas.
“Tenemos los videos, sabemos quiénes son, cómo roban, compran dos o tres pares de calcetines pero se llevan paquetes grandes entre sus piernas, en sus bolsas, hace una semana hasta un señor andaba con ellas robando”, indicó el propietario del negocio, de origen asiático.
En un recorrido realizado en 156 locales comerciales sobre las calles Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, 5 de Febrero, Belisario Domínguez, Pino Suárez, Benito Juárez, Justo Sierra, Comonfort y Reforma, en 92 de ellos han sufrido al menos un robo en los últimos seis meses, 58.9% del total.
El robo “hormiga” es el que más se registra, aunque también han habido asaltos a mano armada y robos durante la madrugada.
En tiendas grandes como el Waldos ubicado en Díaz Mirón 107, no pueden hacer nada.
“Hay gente que a eso se dedica, aquí diario roban, señoras, mujeres jóvenes, señores, ya los identificamos pero no podemos hacer nada, el otro día a una cajera la aventaron cuando le dijo a uno que llevaba cosas escondidas que se detuviera, nos amenazan, incluso hay gente que pone a sus niños a robar”, indicó una empleada.
Mientras se realizaba la entrevista, la empleada detectó a un hombre joven con pantalón y chamarra negra que salía con mercancía escondida entre sus ropas, para luego correr.
Roban en todas partes
Los delincuentes operan por todas partes. En al menos cinco locales comerciales identifican como ladrona a una mujer de tez morena, de entre 35 y 40 años, con una lágrima tatuada en el ojo izquierdo, así como tatuajes en brazos.
Empleados de una tienda de telas la fotografiaron y fue identificada por empleados de otros cuatro comercios: una tienda de productos de importación en la calle 5 de Febrero, una de bisutería y una papelería en la calle Pino Suárez, así como en una tienda de saldos y en otra de ropa interior, en la calle Reforma.
“Es la misma persona, a mí me vino a robar unas chamarras que tengo en la entrada, se llevan todo lo que pueden, a veces anda con un hombre que se viste como cholo que está alto y a veces anda con otras dos mujeres”, comentó la encargada de la tienda en la calle Reforma.
Algunos locales donde exhiben fotografías de los delincuentes son la Dulcería El Payaso, en sus tiendas de la calle Emiliano Zapata 114 y 5 de Febrero 120; en el Movistar de Madero y Hermanos Aldama; en la tienda Novedades Gaby en Reforma 325 y en una tienda de ropa en Pino Suárez y 5 de Febrero, denominada ElecZion.
Otro delincuente de estatura media, obeso, y que tiene problemas para caminar, fue ubicado por empleados de cuatro locales comerciales; su foto es exhibida en la Dulcería El Payaso, pero es el mismo que robó en una librería, en una papelería y en un OXXO.
Imágenes, álbumes… o silencio
En la tienda Modatelas de la calle Juárez, los empleados toman fotos con sus teléfonos celulares a las personas que son sorprendidas robando y las comparten con el personal para identificarlos.
En Coppel Reforma tienen hasta un álbum con las fotografías de la gente que entra a robar y que está plenamente identificada por el personal.
En algunos locales, los comerciantes prefieren reservar cualquier información relacionada con robos, por temor a represalias.
“El problema es que a la hora de la hora nadie se mete, si yo acuso a alguien luego se vienen contra mí, hay bandas operando, hay gente peligrosa, que nos conoce, nos estudia, sabe a qué hora abrimos y a qué hora cerramos, cuántos trabajamos, ahora sí que no queda más que estén bien protegido en tu local, a mí ayer me dijo un ratero ya en la noche cuando iba a cerrar, ‘o me das el dinero o te carga la …’, le tuve que dar 600 pesos, qué más hago, traía un filero y ya en la calle casi no había gente”, comentó la empleada de una tienda de saldos que se ubica en la calle Reforma.
De los 92 locales donde respondieron que sí han sufrido robos, en 27 indicaron que sí interpusieron denuncia formal y que llamaron a la Policía, en diez que desconocían si lo habían hecho o no y en los otros 55, que no lo hicieron porque consideran que no tiene caso por la pérdida de tiempo o por falta de confianza en que las autoridades hicieran algo.
Encañonan a empleada ¡y les retrasan denuncia!
Una empleada de un local de venta de teléfonos celulares fue víctima de un asalto a mano armada en octubre de 2013, por parte de cinco sujetos que robaron los equipos más caros, tras encañonarla con una pistola.
En entrevista, relató que un hombre de unos 30 años visitó el local varios días de la semana para preguntar por teléfonos celulares, hasta que el sábado 13 de octubre que abrió el local a las 9 de la mañana, le dijo que ahora sí ya iba a comprar uno.
La empleada tomó las llaves de una estantería de vidrio para sacar el equipo solicitado y en eso llegó otro hombre joven aparentemente a ver otros celulares colocados en la estantería de enfrente, cuando de pronto la amagó con una pistola.
En segundos la introdujo al baño, donde la amarró de manos y pies y le colocó cinta canela en la boca, para que no pidiera auxilio, además de indicarle que no le harían daño si cooperaba.
En tanto, el otro delincuente comenzó a robar los teléfonos celulares de la estantería, colocándose uno en su bolsa del pantalón. Luego llamó a otro cómplice para hacer más rápido el robo.
“Me decía que estuviera tranquila y no me iba a pasar nada, que a él también lo obligaban a hacer esto, que el otro tipo sí me daba un balazo”, recordó la empleada.
Desde el baño, escuchó las voces de varias personas, una de las cuales indicó: “Llévense todo”.
Al revisar las cámaras de seguridad, se percataron que además de los dos que la asaltaron, entró otro sujeto a saquear la vitrina.
En menos de cuatro minutos se apoderaron de 30 teléfonos celulares, con valor entre los 2 mil a los 3 mil 400 pesos, así como accesorios.
En el saqueo, también se robaron una computadora y un teléfono personal de la empleada.
‘Denuncien hasta el lunes’
La entrevistada aseguró que al llegar elementos de la Policía Municipal y tras ver los videos, dijeron reconocer a uno de los ladrones que operaba en la calle Rivera y les indicaron que acudieran a denunciar a Prevención Social el lunes, pues las agencias están cerradas el fin de semana.
“Cuando se va el lunes a levantar la denuncia, dijeron que por qué no venimos ese mismo día, que por qué nos tardamos, luego vinieron a ver si podían detectar algunas huellas pero no encontraron nada, ya había pasado mucho tiempo”.
Sobre el seguimiento de la denuncia, no han recibido ninguna notificación por parte del Ministerio Público.
Los videos de los delincuentes fueron entregados a la Procuraduría General de Justicia del Estado, además de información de que algunos equipos robados eran comercializados en la avenida Miguel Alemán, pero no han tenido respuesta.
El dueño del local cuestionó a las autoridades estatales y municipales por igual.
“No nos están ayudando en nada, a muchos comerciantes los están obligando a cerrar, hay una problemática de inseguridad que es real y que no se quiere aceptar como tal, antes abríamos a las 9 de la mañana, como está solo, tenemos que abrir a las diez o diez y media, cuando abren