Los que sí están de acuerdo con el tianguis del “Dominguito” en la Calzada San Miguel, afirman que es sólo una vecina la que “inventó” que “debían sacarlos por inconformidad generalizada”, que la realidad es que todos se benefician con ese comercio porque les ayuda para vivir.
Juan Collazo, Urbano Collazo, Alfonsa Rosas, Rosa Elena Ramírez, Teresa Hernández, Eladio Pérez son algunos de los entrevistados por AM que afirmaron estar contentos con el tianguis, porque incluso los vecinos aprovechan para venderles comida a los tianguistas, prestar en renta respectiva sus casas para bodegas, incluso para servicios de baños y otros.
“Unos y otros nos beneficiamos esa es la verdad”, agregaban los defensores del tianguis que la autoridad debería ir a hacer realmente una consulta para “darse cuenta que la mayoría está a favor”.
Otras expresiones señalaban que en la privada o Cerrada Zapata, donde igual se extendía la instalación del tianguis del “Dominguito”, están dispuestos a dejarlos que se sigan colocando.
Mujeres solas y tercera edad más afectados.
La preocupación privó en varias comerciantes lo mismo mayores de edad que madres solteras o divorciadas, quienes dependen para su manutención del trabajo de venta en el “Dominguito”.
Insistieron en afirmar que la mayor parte de los tianguistas de este día son gente de la tercera edad o mujeres solas, y que la autoridad no se ha puesto a medir lo que están perdiendo o cómo las están afectando.
Alfonsa Rosas gasta mínimo mil pesos para preparar la comida que tenía lista para su venta el domingo, ese dinero, afirmó, ya no lo va recuperar, ni va poder salir a vender una comida que se echa a perder para el siguiente día. Quienes venden desde un día antes comestibles que sí se pueden guardar, y que no vendieron nada el sábado, esperaban recuperar el domingo y ya tampoco les dejaron hacer nada.
Respaldaron la misma problemática pero en diferentes personas Martha Pérez Segura, Rosario Romero, Antonia Rodríguez López y Martina Rodríguez.
Otra de las comerciantes que prefirió reservar su nombre, compartió la gravedad de sus problemas personales, pues sólo trabaja en el tianguis del “Dominguito”, su esposo la dejó, la vecina le pidió la firma de aval para un préstamo de 9 mil pesos, ella le concedió la firma, la vecina ya no pagó, la deuda va en 20 mil pesos y a ella le obligan a pagar, de lo que vende el domingo es de donde saca para ir abonando, aparte debe pagar su propio seguro médico y tiene mucha necesidad de no quedarse sin ese beneficio de salud.

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