El Arzobispo emérito de León, monseñor José Guadalupe Martín Rábago, regresará a la casa de la Madre Santísima de la Luz para celebrar el 150 aniversario de Diócesis de León el viernes 21 de febrero.
El primer Arzobispo de la ciudad recordó con gran cariño a los feligreses leoneses, por lo que no lo pensó para regresar y tuvo que hacer un espacio en su agenda para poder estar presente en este gran acontecimiento.
El Prelado dijo que actualmente forma parte de la Pontificia Comisión para América Latina.
“Tengo que salir para Roma el 22 de febrero, lo cual me ponía en conflicto para asistir a la celebración de los 150 años de la erección de la Diócesis de León, pero haciendo arreglos finalmente creo que voy a estar en León, en la Plaza Expiatorio. Al día siguiente me traslado a México para estar en Roma”, explicó.
¿Qué ha hecho desde su partida de León?
No he cumplido un año de que dejé la Diócesis de León. Salí de la Diócesis el 21 de marzo, al día siguiente que tomó posesión el Arzobispo Alfonso Cortés Contreras. Llegué a la Diócesis de Guadalajara, de donde había salido, y donde hay un buen grupo de sacerdotes que me conocen, pues ahí estuve como maestro del Seminario 26 años, formador en el Seminario 20 años, en los cuales cuatro fui rector.
Aparte hay muchas personas que me conocen, por ello no me he sentido solo o abandonado, o triste y desamparado; he tenido también la comprensión y el apoyo de personas que, afortunadamente, se han acercado, que me han estado invitando a asistir a sus parroquias y con familiares. Ahí viven cuatro hermanos, con sus sobrinos. Voy de vez en cuando a mi tierra, a San Miguel el Alto, no mucho.
¿Qué mensaje les envía a los fieles católicos de León?
Lo dije desde el día que me despedí. León está formando una parte inolvidable de mi vida. Casi 18 años estuve ahí. Se trata de una experiencia que me marcó profundamente; recuerdo lugares, recuerdo personas, recuerdo festejos.
En la medida que van transcurriendo fechas en el calendario pienso: Hoy en León se celebra esto. Todo lo recuerdo. No es posible quitarse de pronto de la memoria y del afecto tantas experiencias que viví.
Un Arzobispo al que se le vio muy bien de salud, contento, carismático como siempre y que no pierde detalle alguno, por ello la tarde de ayer acudió a la Catedral de Ciudad Lázaro Cárdenas para hacer un ensayo previo de la ceremonia que presidirá mañana para ordenar obispo al padre Armando Ortiz Aguirre.