Uno de los platillos típicos que le han dado reconocimiento a La Piedad han sido los “tacos”, expresó Enrique Ayala Muñoz, quien se desempeña en el oficio de taquero, por herencia, iniciado por su padre en el año de 1962.
La taquería de los Ayala tiene más de medio siglo y a la fecha ya son 3 generaciones las que forman parte del negocio familiar.
“Mi padre, Juan Ayala Aguirre fue rebocero y el impulsor de este oficio, que aún sigue en función.
“Todo comenzó en 1961 cuando Manuel Mendoza, otro taquero y conocido, tenía un ayudante que por cuestiones de salud ya no siguió trabajando e invitó a mi padre a ser su nuevo colaborador, el puesto de tacos estaba en la esquina de la calle Justo Sierra y Homobono Melgoza.
“Mi padre no se animaba a trabajar como taquero por vergüenza, y mi madre, María Luisa Muñoz Echeverría, terminó por convencerlo de que le ayudara a don Manuel”, relató.
Días después don Manuel se enfermó, su familia no quería que siguiera trabajando, así que le propuso a don Juan quedarse con el carro de tacos para que él continuara con la venta, pero él pegó el grito en el cielo, porque tenía poco tiempo en este oficio y no se sentía capaz de llevarlo a cabo por sí solo, así que le dijo: “oiga, ¿y cómo quiere que le haga?, ¡si yo no sé despachar!, la contestación fue “se ha fijado como le hago yo, aprenda y atienda a la gente”, esa frase siempre se la trasmitió a sus hijos, refirió Enrique.
Don Juan quedó a cargo y más tarde invitó a su hermano Ramón a empezar una aventura como los taqueros “Ayalas”.
Por la mañana tejía rebozos y en la tarde se iba de taquero; luego compraron otro carro y lo pusieron a trabajar frente al cine Teresa, en el Centro.
En 1967 inició la primera remodelación del Mercado Municipal Gildardo Magaña, todos los comercios de ahí los colocaron enfrente y al aire libre, así que don Juan alquiló un espacio entre esos puestos.
Casi en esas fechas, en uno de los locales de la calle Aquiles Serdán estaba una tienda de pólvora, un día ocurrió una explosión y quedó totalmente deshecha, después de un tiempo los hermanos Ayala vieron que era un buen espacio para colocar su puesto de tacos, hablaron con el dueño del lugar y se los rentó, aunque con el incidente había quedado en malas condiciones; pero, ellos comenzaron la reparación con madera y láminas de aluminio.
Ya son 42 años que están en la calle Aquiles Serdán 84, ya son 3 establecimientos más los que tienen y dan empleo a 30 personas.
Los tacos siempre se han caracterizado por el sabor y la salsa, además de que su lema siempre ha sido “el cliente es primero”, la especialidad son los tacos de cabeza y tripa.

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