El presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi dijo que la economía de la eurozona sigue débil y repuntará “con lentitud” aunque, por ahora, no es necesario un nuevo estímulo.

El banco mantuvo su tasa de interés de referencia en el nivel históricamente bajo de 0,25% y se abstuvo de tomar medidas de estímulo a pesar de la debilidad del crecimiento económico y la baja inflación.

En una conferencia de prensa, Draghi repitió la promesa del banco de mantener bajas las tasas de interés “por un periodo prolongado” hasta que mejore la economía. Empero, no aclaró si es inminente una reducción y dejó abierta la posibilidad de que el BCE adopte otras medidas, como nuevos créditos a los bancos para aumentar la confianza en el sistema financiero.

La junta de gobernadores del banco, integrada por 24 miembros, se reunió el jueves en Francfort, Alemania. Algunos economistas creían que reduciría la tasa a 0,1% para estimular el crecimiento.

Por otra parte, el Banco de Inglaterra decidió mantener este mes su tasa preferente en la cifra récord del 0,5% pese al repunte de la economía británica.

El banco decidió además mantener inalterado su plan de estímulo monetario en 375.000 millones de libras (612.00 millones de dólares) en su reunión del jueves. Ambas medidas habían sido ampliamente pronosticadas.

El gobernador del Banco de Inglaterra Mark Carney dijo el mes pasado que seguramente el banco no encarecerá a corto plazo las tasas de interés ante la sustancial apatía del panorama económico, pese al descenso del desempleo de forma más pronunciada a la pronosticada.

En tanto, el BCE pronosticó un aumento gradual para este año del crecimiento económico. Empero, una inflación inusualmente baja — a un ritmo anual del 0,7% — planteó el temor de que los 18 países de la eurozona caigan en una deflación, una baja prolongada de los precios que podría afectar negativamente la economía, que creció en la eurozona apenas un 0,1% en el tercer trimestre.

Draghi dijo que no contempla una deflación porque no existe una espiral a la baja de los precios que se autoalimente. El BCE, agregó, sigue “dispuesto y preparado para actuar” con cualquiera de las medidas a su alcance si ve que empeora la situación. Los funcionarios del banco trabajan en varias medidas de estímulo “a fin de que, cuando llegue el momento de activarlas, estemos en condiciones de hacerlo”.

Draghi indicó que el panorama económico es “complejo” y que el banco sigue examinando si mejora la concesión de créditos a la industria, y si la turbulencia en los mercados emergentes es solamente transitoria o plantea una amenaza al crecimiento. Estos temas quizá se aclaren en futuras reuniones de la entidad, agregó.

El banco encara indicios contradictorios en la economía. Algunos indicadores, como los sondeos de los gerentes de compras en los sectores de la rama fabril y de los servicios, indican un repunte del crecimiento.

Otros apuntan a una debilidad. Además de las noticias sobre la baja inflación, el crédito a empresas y consumidores sigue siendo muy modesto. Las ventas detallistas bajaron de forma notable en diciembre.

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