Luego de regañar a su coordinador, Jorge Luis Preciado, senadores del PAN lo obligaron a disculparse públicamente por utilizar la Cámara alta para realizar fiestas privadas, con alcohol y mariachis.
En tan sólo 24 horas, el legislador pasó de defender su derecho a celebrar, a reconocer que incurrió en excesos y que sus actos salieron de control.
“Pedí una disculpa no sólo a los compañeros del grupo parlamentario, sino al Senado, y asumiendo la responsabilidad de que no se vuelve a cometer ningún tipo de excesos para tratar de evitar que se llegue a estos extremos, en los que una comida se sale de proporción.
“Habla de una situación que no debe suceder y de la intención de que estas situaciones no se repitan”, dijo.
Sin las bromas e ironías que lo caracterizan, se refirió al tema luego de encabezar una reunión privada con 33 de los 38 integrantes de la bancada panista.
“Se habló fuerte y claro, en virtud de que el coordinador no sólo representa a su persona, sino a todo el grupo parlamentario”, señaló.
Durante la reunión sus compañeros le reclamaron no sólo por los festejos, sino por el escándalo que generó su comportamiento.
Ernesto Ruffo dijo que Preciado aceptó ante los senadores que su actitud había sido “poco prudente”.
“Es una vergüenza, porque el coordinador nos representa a todos”, expresó el ex Gobernador de Baja California durante la encerrona.
Roberto Gil, presidente de la Comisión de Justicia, criticó el comportamiento de su coordinador e insistió en que la dirigencia debe valorar su permanencia en el cargo.
“Lo que sucedió es una preocupación compartida en la bancada. No son formas ni actitudes propias de Acción Nacional. Este tipo de acontecimientos tienen implicaciones en la imagen del PAN y deberíamos evitarlas, tratar de corregirlas”, sostuvo.
-¿La bancada está pensando en pedir la remoción?
-El que tiene que hacer una valoración de la conducción de sus grupos parlamentarios es quien tiene la atribución, y la tiene Gustavo Madero. El presidente es el responsable de sus coordinadores parlamentarios.
Gil aseguró que el escándalo por los festejos en el recinto legislativo ha tenido tal impacto, que incluso fue llevado a la mesa del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, donde fue discutido con el propio Preciado.
A pesar de las disculpas, Gil consideró que la conducta de Preciado no deja satisfecho a nadie.
“Nunca queda uno satisfecho después de lo que sucedió”, agregó.
Después de la encerrona con sus compañeros, Preciado anunció que llevará una propuesta ante la Junta de Coordinación Política para normar el uso de las instalaciones del Senado.

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