Nuevos estudios señalan que las mujeres puede presentar cardiopatías isquémicas en la misma proporción que los hombres, con diferentes mecanismos desencadenantes, y posiblemente con otros requerimientos de abordaje terapéutico.
Es por esta razón que recientemente se han desplegado campañas de prevención primaria en la mujer para reducir el riesgo de sufrir cardiopatías.
Carlos Jerjes Sánchez, cardiólogo y neumólogo, considera que estas evidencias no implican que los médicos hayan estado equivocados, sino que el principal problema radicaba en conceptualizar este padecimiento coronario de manera similar en ambos.
“Pensábamos que la evolución, la forma de presentarse, las respuestas terapéuticas y las acciones que tomábamos en la enfermedad coronaria eran iguales para el hombre y la mujer.
“En los últimos años surgen corrientes científicas que sugieren que en la mujer existen factores específicos de género que hacen que el comportamiento del padecimiento sea diferente”, explica Jerjes Sánchez.
Esto posiblemente se debe a que el sexo femenino tiene mayor tolerancia al dolor que el hombre, lo que se traduce en diferentes tiempos entre el inicio de un síndrome coronario agudo, su llegada a un servicio de urgencias e inicio del tratamiento, agrega.
“En un paciente masculino con dolor de tórax muy intenso se tiene un abordaje más efectivo a diferencia de un paciente femenino con una molestia vaga o inespecífica, en donde es posible que los tiempos de atención sean mayores”, indica el especialista.
El cardiólogo Ramón Horacio Limón Rodríguez reitera que las mujeres brincan ese síntoma importante que es el dolor en el brazo y en el pecho, y que se ha comprobado que desarrollan síntomas diferentes, y hasta más leves, que los hombres, pero al momento de llegar al hospital la enfermedad está muy avanzada.
Señala que en México existen estudios que demuestran que las mujeres no saben que van a padecer una enfermedad cardiaca relacionada a infartos, y al mismo tiempo se ha visto una mayor fatalidad en mujeres que sufren eventos cardiovasculares porque no ven la enfermedad como un problema y por lo general ignoran los síntomas.
“En estudios de investigación se ha visto que la enfermedad cardiaca predomina en varones, pero también va en aumento en mujeres, sobre todo después de los 60 años”, indica Limón Rodríguez.
“Tenemos procesos hormonales que en el hombre no existen, entonces esa sobreexpresión de hormonas o disminución de éstas genera una respuesta diferente en los vasos sanguíneos.
Además, la enfermedad coronaria difiere tanto en su distribución anatómica como en su respuesta terapéutica”, expresa Jerjes Sánchez.
Limón Rodríguez agrega que las mujeres son protegidas biológicamente por las hormonas, pero llega un punto, inmediatamente después de la menopausia, donde empiezan a tener el mismo nivel de riesgo cardiovascular que los hombres.
“Las enfermedades cardiacas tienen relación muy estrecha con las preocupaciones y la tensión, sobre todo en las mujeres que son mamás, ya que tienen responsabilidades muy grandes, tanto en casa como en su profesión, lo que provoca que haya afectación en su sistema cardiovascular porque viven con mucho estrés”, señala el especialista.
Se ha comprobado, agrega Jerjes Sánchez, que mujeres de 50 a 60 años bajo un estrés familiar por la muerte de un familiar o carencias económicas desarrollan una enfermedad en donde su comportamiento coronario y el del corazón es diferente y genera zonas de isquemia regionales que no son iguales a las que se presentan en el hombre; esto se ha demostrado con estudios de imagen.
“Además, en mujeres mayores de 60 años, de talla pequeña y bajo peso corporal e hipertensas se ha observado mayor incidencia de complicaciones hemorrágicas que los hombres”, indica.
En los últimos años empezaron a estudiarse estas diferencias por el Colegio Americano de Cardiología y la Sociedad Europea de Cardiología y se identificó que la mujer tenía una respuesta y actividad diferentes.
“Actualmente todos coincidimos en la necesidad de reestructurar el conocimiento de la enfermedad coronaria y en empezar a aprender que en el sexo femenino las terapéuticas actuales deben modificarse para mejorar la evolución de un grupo que es totalmente diferente en muchos sentidos”, comenta Jerjes Sánchez.
Hay muchas enfermedades que las mujeres están desarrollando, incluso más que los hombres, dice Limón Rodríguez, pero la número uno en muerte es la cardiaca, aunque influye la edad, si es mayor de 60 años estarán más expuestas.

Para muestra un botón
Cardiopatía es un término que engloba cualquier funcionamiento inadecuado del corazón, como hipertensión arterial.
Cuando ésta no se controla hace que el ventrículo izquierdo se engrose.
Si consume gran cantidad de grasas, fuma, es diabético y obeso, puede tener depósitos de colesterol en las arterias coronarias; esto evita que la sangre llegue al corazón y causa cardiopatía coronaria.
Por diferentes condiciones se puede generar calcificación en la válvula mitral o en la válvula aórtica, ésta reduce su tamaño y es lo que se conoce como valvulopatía aórtica o valvulopatía mitral.
Cuando el corazón aumenta de tamaño sin ninguna explicación da pie a miocardiopatía dilatada de causa desconocida, entre otros ejemplos.

Prevención
Algunas medidas para reducir los riesgos:
-Mujeres jóvenes (hasta 30 años) d Controlar su peso.
-Evitar alimentos grasosos.
-Incorporar verduras, frutas y pescado a la dieta.
-Hacer ejercicio. No fumar de 30 a 50 años d Si tienen hiperglucemia o hipercolesterolemia, probar primero con reducción de peso, dieta y ejercicio.
-Si no funciona, agregar acciones terapéuticas.
-Mayores de 60 años d Preguntar a su médico por fármacos que reducen la probabilidad de infarto o accidente cerebrovascular.
-Llevar una vida sana.

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