Otro acontecimiento histórico verdaderamente trascendente para la ciudad de León, fue la presencia o visita permanente de la Madre Santísima de la Luz, hecho que hasta ahora ha dejado huella imborrable en todo su desarrollo y en su ya larga vida de nuestra ciudad.
De acuerdo a la historia avalada por la Diócesis, fue el Padre jesuita Juan Antonio Genovesi, que residía en Palermo, Sicilia, quien mandó pintar la imagen.
Deseando tener una imagen de la Virgen María, para llevarla a sus misiones apostólicas, le encomendó a una feligrés, alma piadosa, que le pidiera una imagen.
La Virgen María concedió benignamente y después de al menos dos veces quedó plasmada la grandiosa imagen.
Se añade que la misma Señora bendijo su imagen y dispuso que se le invocara con el título de Madre Santísima de la Luz.
“Lo dijo y lo aseguró que colmaría de favores a cuantos le honrasen e invocaran bajo tan dulce nombre, eso sucedía en 1722”, según señalan los archivos.
Deseando los padres Jesuitas que la sagrada imagen, después de haber derramado gracias de conversión y bendiciones de orden espiritual y temporal, y extenderse su culto no sólo en Sicilia sino en otras partes de Europa, ahora debía de cruzar los mares, y los padres dejaron que la suerte resolviera en dónde se debía quedar, en la Iglesia o en casa de los jesuitas.
La voluntad de la Señora se manifestó deseando en tres veces que su residencia fuera en la ciudad de León en México.
“La Señora nos vio con amor y ha querido estar con nosotros en León, Guanajuato. Por lo que fue traída y llegó a esta ciudad el memorable 2 de julio de 1732, la fiesta de la Visitación de la Virgen María”.
La erección canónica
de la Diócesis de León, un
gran acontecimiento
El Papa Pío IX, en el consistorio que celebró el 16 de marzo de 1863, tuvo a bien anunciar la erección de dos nuevos arzobispados en México, Michoacán y Guadalajara, desmembradas del Arzobispado de México; las de Veracruz y Chilapa del Arzobispado de Puebla.
Las Diócesis de Zamora y León que pertenecían a Michoacán y la de Zacatecas de Guadalajara.
El mismo Pontífice Pío IX con la bula “Gravissimum Sollecitudinis” del 26 de enero de 1863 decreta la erección canónica de la nueva Diócesis de León, asignándole 16 parroquias.
Fue delegado apostólico para la ejecución de dicho mandato el Padre José Guadalupe Romero, el 16 de noviembre de 1863, quien leyó públicamente el 14 de febrero de 1864 en la Parroquia de San Sebastián o del Sagrario el día 21 de febrero de 1864.
Con la formalidad canónica y la solemnidad apropiada de semejantes ocasiones, erigió como la nueva Diócesis de León con la asistencia del clero, autoridades civiles y numerosísimos fieles ahí en la misa parroquial.
Llegada de la imagen de la Virgen de la Luz
Nuestra Madre eligió a la Diócesis de León como su morada y desde entonces es la Patrona venerada por los católicos de esta ciudad