La propaganda durante la Segunda Guerra Mundial fue promovida por los propios gobiernos para convencer a las personas de que los sangrientos encuentros en los campos de batalla y que la destrucción masiva que devastaba al mundo, estaba bajo control y eran algo totalmente necesario.
Los carteles de propaganda se convirtieron en una herramienta efectiva y disponible. Éstos, son algunos de los carteles más icónicos de esa época.
I Want You for U.S. Army
Tal vez el más famoso por su frase “I Want You for U.S. Army”, en realidad fue requerido para la Primera Guerra Mundial. Imitando a un cartel de reclutamiento de la Gran Bretaña, esta imagen indeleble resultó tan eficaz, que su utilización se extendió a la Segunda Guerra Mundial.
¡Un pueblo, un Reich, un Führer!
Aunque Hitler no fue el inventor del culto a la personalidad, ni atractivo y de ninguna manera se aproximaba al ideal ario que tantas veces exaltó, supo vender su imagen a la opinión pública alemana como un símbolo de todos los deseos y ambiciones del pueblo alemán.
Keep Calm and Carry On
En 1939, el Ministerio de Información Británico mandó a imprimir diversos carteles como una forma de recordar a sus ciudadanos su carácter nacional. El más emblemático de estos fue “Keep Calm and Carry On“. Un mensaje bastante simple escrito bajo el dibujo de una corona, pero un mensaje que captó la esencia de la identidad británica.
La patria te llama.
Cuando los rusos decidieron embarcarse en la aventura bélica, produjeron en masa un afiche de reclutamiento que rivalizaba en popularidad y eficacia con el cartel propagandístico del Tío Sam. En lugar de recurrir a la patriótica figura del hombre con ojos de acero para reclutar soldados, los rusos recurrieron a lado maternal de la psicología utilizando a una mujer.
La rebelión de Asia.
Para promover la idea y convencer al pueblo de sus nuevos territorios de aceptar la realidad del dominio japonés, crearon el cartel “Rise of Asia“. Este mostraba a un japonés rompiendo las cadenas de la dominación occidental y pisoteando las banderas y a los soldados de los Aliados, la propaganda fue diseñada para comunicar que un nuevo orden había nacido, un nuevo orden que liberaría a los pueblos oprimidos a lo largo de toda Asia.
This is the Enemy
Éste es un buen ejemplo de los carteles racistas de la Segunda Guerra Mundial. “Este es el enemigo“.muestra una caricatura sonriente de un soldado japonés con ojos rasgados raptando a una mujer blanca desnuda.
Be sure you have correct time!
Los carteles racistas no eran herramientas exclusivas para despertar el odio de aquellos quienes se habían quedado en casa. El cartel estadounidense “Asegúrate de tener la hora correcta” utiliza una imagen racista semejante a la del cartel anterior para recordarle a los soldados el valor operativo de mantener sus relojes intactos en el campo de la batalla. Con unas versiones flagrantemente ofensivas de las caricaturas de Hitler, Mussolini y Tojo, expresaron el odio que todos los soldados debían sentir por sus enemigos.
Loose Lips Sink Ships
Obviamente el racismo no era la única forma de recordarles a los miembros de las fuerzas armadas que debían conservar la disciplina en todo momento. El cartel británico “Loose Lips Sink Ships” contiene una rima sencilla, una fría imagen icónica, y trazos de rojo y negro para advertir a los soldados sobre los peligros de hablar entre los descansos sobre las acciones que estaban a punto de realizar.
We Can Do It!
El más emblemático fue “We Can Do It“. Un simple cartel de una mujer trabajadora (basado en el personaje real de “Rosie, la remachadora”) flexionando sus músculos, que dejaba en claro la nueva posición que ocupaban las mujeres en los Estados Unidos. Activas en las fábricas de todo el país, estas mujeres eran parte vital del esfuerzo de guerra de los EE.UU.
Recuerda el 07 de diciembre
El gobierno de los Estados Unidos produjo una de las propangadas más conmovedoras: “Acuérdate del 07 de diciembre“. Una imagen de terror con una bandera estadounidense a media asta hecha pedazos, innumerablemente balaceada contra un cielo ennegrecido por el humo de las explosiones. El cartel capturó perfectamente la emoción de su público objetivo. Y lo más importante, inspiró a miles de ciudadanos norteamericanos a visitar la oficina de reclutamiento de su localidad.