Al grito de “Beakman, Beakman, Beakman”, más de 3 mil personas acudieron al estacionamiento del Museo de las Ciencias Universum para ver el espectáculo que ofreció el personaje en el cierre de actividades del 75 aniversario del Instituto de Física.
En la reunión hubo de todo, desde los fanáticos vestidos con bata y cabello verde, los escépticos, los que negaban conocerlo pero gritaban eufóricos por la “rata Lester”, hasta los que solo “buscaban a un amigo”.
De los 4 mil boletos ofrecidos a través del sitio de internet del Instituto de Física de la UNAM, quedaron casi mil sin ser recogidos por aquellos que saturaron la red de internet el día que fueron ofertados.
Por ello, varios de ellos fueron llevados por las autoridades del Instituto al Museo y repartidos, gratuitamente, entre aquellos que llegaron con la esperanza de encontrar un pase para ver el espectáculo.
En punto de las 14:30 horas, reunidas frente al templete donde se colocó el escenario, gritaban goyas y pedían el inicio no ocultaron su impaciencia cuando se anunció la llegada de las autoridades, en este caso, José Franco, titular de la Dirección de Comunicación y Divulgación Científica; Manuel Torres Labansat, director del Instituto de Física, (quien se unió a la fiesta con una bata verde), Ángel Mairén, coordinador de los encuentros de Ciencias y Humanidades, así como Ernesto Velázquez Briseño, de TV UNAM.
Eso sí, la espera fue breve y la euforia estalló cuando apareció en escena el “capitán de las respuestas, el ding dong del conocimiento, el Elvis de la experimentación: Beakman”, como decía su programa de televisión “El mundo de Beakman”.
En total seis fueron los experimentos realizados por Paul Zaloom, titiritero que interpreta al científico, uno sobre los trucos que juega la mente para ver imágenes; el centro de gravedad; la sublimación de un líquido, así como la forma en que se mueve el aire y la presión.
Todos querían ser voluntarios pero sólo unos cuantos pasaron al escenario e inclusive él mismo les preguntaba a los entusiastas asistentes qué les pasaba, pues gritaban ante cada frase que él decía.
“No es hermosa la ciencia”, comentaba Breakman al público y todos gritaban.
Para algunos científicos, ya maduros, que acudieron al encuentro, la atracción que generó Beakman en los jóvenes pues es completamente inusual que un espectáculo de ciencia atraiga a tanta gente a un lugar y genere la emoción provocada por el artista estadounidense.
“Es algo generacional, definitivamente”, comentó Javier Flores, divulgador científico de la UNAM.
“El show fue fantástico”, comentó Eduardo Moreno, quien estudia ingeniería Física y ve el programa desde que estaba en la preparatoria y acudió al Show vestido con bata verde y la esperanza de obtener el autógrafo de Beakman.
“Es curioso porque justamente tenía problemas para entender qué era el boom sónico y ahorita él lo explicó tan padre, ojalá los maestros hablaran así de la ciencia en el salón, ellos llegan, llenan el pizarrón con un montón de cosas y luego no entiendes, pero así como lo explicó Beakman es súper sencillo”, añadió Iram Morales, estudiante de preparatoria.
Los experimentos que presenta son muy sencillos y siempre que intentas explicar ciencia al público debes hacer concesiones, señaló Torres Labansat, quien estuvo atento al espectáculo y vio las reacciones de los jóvenes.
“Zaloom es una persona seria que tiende puentes entre los científicos y la población. Hace difusión de la ciencia y es importante. Obviamente no se compara con lo que hacía Carl Sagan, quien era un gran científico, aquí se trata de ofrecer una explicación plausible y lo hace muy bien”, comentó Torres Labansat.
Luego de la ronda de experimentos, Paul Zaloom ya sin caracterización, agradeció a los asistentes y explicó al público cómo fue que nació el Show de Beakman, así como presentó bloopers (errores grabados ante las cámaras) del programa, lo cual todos agradecieron con porras y aplausos.
Para todos aquellos que tengan boleto para ver el espectáculo mañana, se les recomienda llevar agua y algo de comida. La UNAM dispuso lugares especiales para las personas discapacitadas. El espectáculo comenzará a las 17:00 horas y se recomienda llegar con dos horas de anticipación.