Especialistas calculan que los niños pueden adquirir entre ocho y 10 resfriados al año y cuando eso sucede, lo mejor que se puede hacer es mantenerlo cómodo hasta que el virus salga de su sistema.
Baby Center sugiere sigas estos consejos básicos para estos episodios, de manera que el trance sea lo menos molesto.
-Prueba una solución nasal salina, que ayuda a adelgazar y liberar las secreciones nasales aliviando así la congestión.
-Asegúrate de que tu niño descanse lo suficiente. Entre más descanse, más pronto se sentirá mejor. Trata de que tome una o dos siestas al día, incluso si ya no duerme durante el día. Si no accede a dormir, prueba realizar actividades tranquilas como leer un cuento, jugar con marionetas, hacer rompecabezas o colorear.
-Instala el humidificador. Especialmente durante la noche y las siestas, que es cuando la tos o las dificultades respiratorias impiden descansar a tu niño.
-Dale líquidos. Los niños pierden fluidos rápidamente cuando están enfermos, especialmente si tienen fiebre o diarrea. Para reponer esos fluidos, dale suficientes líquidos como agua, jugo, electrolitos o leche. Si tu hijo se rehúsa a tomar mucho líquido, ofrécele frutas muy jugosas (como sandía o naranjas) o incluso una paleta helada de frutas. Y un consejo de las abuelitas: darle caldo de pollo. Este ayuda a mejorar los síntomas de la gripa al aliviar una garganta irritada y suavizar las secreciones nasales.
-Asegúrate de abrazarlo. Cuando los niños se sienten enfermos necesitan apapachos adicionales. Reserva tiempo para abrazarlo.
-Dale vitamina C. No hay pruebas que indiquen que el consumir vitamina C previene los resfriados. Sin embargo, sí existe evidencia de que esa vitamina ayuda a que los síntomas del resfriado sean menos severos, y que puede acortar la duración de esa enfermedad. Pero cuidado con la dosis, los niños no deben consumir más de 500 miligramos de esta vitamina al día. Una taza de jugo de naranja tiene alrededor de 120 mg, mientras que muchas tabletas masticables de vitamina C tienen 500 mg.

LLAMA AL MÉDICO
-Llama al médico cuando sea necesario. Aunque la mayoría de virus se vayan por su cuenta tras varios días, algunos pueden convertirse en condiciones más serias que requieren tratamiento inmediato.
Si presenta alguno de los siguientes síntomas, no dudes en llamarlo:
-Dolor en la oreja o cara, lo que puede indicar una infección del oído o una infección sinusal.
-Dolor severo en la garganta que impide que tome suficiente líquidos. O grave dolor de garganta acompañado de fiebre.
-Rechifla o tiene dificultad para respirar (es una posible señal de una infección en los bronquios o neumonía).
-Tiene diarrea o vómito, lo que causa una peligrosa deshidratación.
-Presenta una fiebre de 39.4 grados C o más alta, o una fiebre más leve que dura más de tres días.

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