Entre aguas pestilentes, animales putrefactos y desperdicios, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo” Guzmán, logró evadir un operativo de la Marina para capturarlo el pasado lunes 17 de febrero.
Helicópteros, vehículos terrestres y elementos a pie tomaron por asalto su casa de seguridad ubicada en la calle Emiliano C. García, casi esquina con Ciro Ceballos, frente a la preparatoria Augusto César Sandino, en la colonia Libertad, al sur de Culiacán,
Sin embargo, los agentes, quienes sin un solo disparo entraron al inmueble y controlaron la situación, ya no encontraron a nadie.
En una de las habitaciones del domicilio, los elementos federales encontraron más de 3 toneladas de droga, empacada en objetos que simulaban plátanos y pepinos.
Una tina de baño era el camuflaje perfecto a la puerta que conducía a un túnel construido bajo tierra, con 18 metros de largo, un metro de ancho y más de dos de altura, reforzado con paredes de madera y equipado con luz eléctrica, constató Reforma durante un recorrido por el sistema de alcantarillado y túnel.
Al final del ducto una escotilla de un metro de alto y uno de ancho era la conexión al sistema de drenaje de aguas pluviales de la zona popular, obra realizada años atrás por el Gobierno del Estado y el Municipio de Culiacán para evitar inundaciones durante las lluvias.
Según la información de la Marina Armada de México, “El Chapo” Guzmán y sus sicarios salieron corriendo en medio de la oscuridad de la madrugada del 17 de febrero por los tubos de concreto que encajonan uno de los arroyos.
Por más de 800 metros las huellas de botas, zapatos y tenis plasmados en el lodo dejan a la vista el vaivén de delincuentes y marinos, unos huyendo y otros buscando.
Los delincuentes podrían haber tardado entre tres y cinco minutos para escapar, utilizando lámparas de mano debido a la falta de iluminación de los ductos, según el recorrido hecho por este medio.
También se comprobó que algunas zonas de los canales tienen una altura de un metro y medio y dos metros de ancho, mientras que otras llegan a alcanzar más de tres metros de altura.
En el trayecto también se ubicaron dos secciones en donde el canal tiene acceso a las viviendas contiguas debido a la falta de cubierta, por donde posiblemente haya escapado el narco mexicano, según las autoridades de seguridad.
Durante el recorrido se logró ubicar una casa incautada por la Marina, días después del cateo realizado en la casa de seguridad.
Los vecinos manifestaron a Reforma que esa noche, los murmullos, las pisadas y sonidos no los dejaron dormir.
Joaquín Guzmán escapó la madrugada del 17 de febrero, pero cinco días después fue arrestado en el puerto de Mazatlán a manos de la Marina, en un operativo discreto.
Estaba en ratonera
Sin escondites, túneles secretos o posibles lugares para evadir a la justicia, el narcotraficante más buscado del mundo pernoctó durante dos noches en un departamento del puerto de Mazatlán, en el que finalmente fue capturado usando el celular de uno de sus colaboradores, que fue hallado en una casa que era centro de acopio de drogas en Culiacán.
Fuentes del Gobierno estadounidense revelaron a una agencia de noticias que el teléfono perteneciente a un colaborador de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue recuperado con las pistas producidas por una intervención telefónica de Estados Unidos.
Aunque el capo llegó a utilizar túneles que conectaban al drenaje y puertas blindadas para evitar su detención, el edificio donde el capo fue detenido el sábado pasado no contaba con ninguna salida de escape, ni tenía cámaras de seguridad; cambió todos sus protocolos de seguridad y eso le costó la libertad.
La única seguridad que tomó el capo fue el vigilante del edificio Miramar y su acompañante, Hoo Ramírez, quien fue detenido sin resistencia.
El edificio de 11 pisos sólo tiene dos salidas, pero ambas están en la entrada del inmueble. Los residentes aseguraron que la única forma de salir era en coche o por la puerta principal, sobre la Avenida del Mar. De acuerdo con fuentes del Gobierno federal, el edificio era una “ratonera” de la que Guzmán Loera “sólo saldría vivo o muerto”.
El aparato celular fue hallado el 16 de febrero en la casa que “El Chapo” ocupó en Culiacán, durante uno de los operativos en los que cayeron sus colaboradores y los de Ismael “El Mayo” Zambada; uno de ellos ofreció detalles sobre las casas donde Guzmán y sus asociados se escondían, revelaron los funcionarios.
Interrogan al capo sobre funcionarios
Antes de ser trasladado al Penal del Altiplano, funcionarios de la PGR interrogaron a Joaquín “El Chapo” Guzmán sobre los funcionarios que habrían protegido sus actividades criminales.
Fuentes del Gobierno aseguraron que la autoridad está interesada en conocer quiénes lo ayudaron a escapar del Penal de Puente Grande en enero de 2001 y le brindaron, a partir de entonces, protección.
“Todavía no hay confirmación de ningún tema. Ese interrogatorio apenas fue el principio. Se decidió que, por su peligrosidad, el detenido fuera trasladado a Almoloya en el menor tiempo posible.
“Más adelante será visitado en el penal para continuar con los interrogatorios. Hay un gran interés del Gobierno en saber cómo escapó y qué autoridades le ayudaron a fugarse”, reveló un funcionario federal.
Una fuente consultada por separado afirmó que un alto mando de la PGR habló en privado con “El Chapo” en una sala del hangar de la Marina y videograbó el encuentro, el cual duró alrededor de una hora. (A.Reforma)