Cada año, la contaminación del aire mata a 188 personas y causa pérdidas económicas superiores a 158 millones de pesos en las tres principales ciudades del estado.
Un estudio elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) mide por primera vez el impacto de la contaminación del aire en la economía y en la salud de los guanajuatenses.
La investigación, llamada ‘Calculadora de Riesgos por Contaminación’, se realizó en 34 ciudades del País e incluyó a tres de Guanajuato: León, Celaya e Irapuato.
De acuerdo con el estudio, en León la contaminación acumulada por micropartículas (llamadas PM10) supera en más del doble el límite máximo establecido por la Organización Mundial de la Salud.
Para la OMS, la buena calidad del aire no debe exceder los 20 microgramos por metro cúbico de PM10, pero en León el estudio del Imco detectó valores de 49 microgramos.
Los datos de referencia del Imco son de 2010, aunque el estudio fue concluido a finales de 2013.
El contaminante conocido como PM10 está formado por pequeñas partículas de polvo, cenizas, hollín, metales o cemento dispersos en la atmósfera.
Las muertes
Según la estimación del Imco, la elevada contaminación provoca al año 106 muertes en León, 44 en Celaya y 38 en Irapuato.
El estudio propone que cada una de las muertes tiene un costo distinto, por tratarse de personas de edades diferentes.
Entre más joven es la persona afectada, se pierden más años de productividad y por tanto el costo se eleva.
Por ejemplo, en los resultados del estudio correspondiente a León, se menciona que el 7% de las personas que murieron por la contaminación eran menores de 14 años, que podrían haber tenido 50 años de vida productiva y proveer a la sociedad casi 22 millones de pesos.
Un porcentaje más pequeño, el 2% de las 106 muertes en la localidad, se atribuyeron a jóvenes de entre 15 y 19 años, cuya vida laboral futura era de al menos 48 años, lo que generó pérdidas de poco más de 5 millones de pesos.
Los adultos que murieron entre los 20 y 29 años de edad representan el 4.6% de las víctimas. Las pérdidas por una vida laboral truncada se estima suman 12 millones de pesos.
Otras muertes prematuras de personas de entre 30 y 39 años, acumularon el 6% de las muertes y pérdidas por casi 11 millones de pesos.
El grupo de edad de entre 40 y 49 años, representaron el 7% de muertes por contaminación, y dejaron de proveer un total de 9 millones y medio de pesos.
Adultos de entre 50 y 59 años de edad, que todavía tenían una vida laboral de entre 8 y 13 años, representaron el 13% de las muertes y más de 7 millones de pesos en pérdidas.
Las personas mayores de 60 años, que pudieron aportar 3 años más de vida productiva, fueron el 7% del total de muertes, y ocasionaron pérdidas de más de 1 millón 300 mil pesos.
Casi la mitad de los decesos (46.6%) fueron de personas en edad productiva. Estas muertes prematuras representaron pérdidas por más de 68 millones de pesos.
El 53.4% restante de las víctimas por contaminación, fueron adultos mayores de 65 años.
El costo médico
El estudio del Imco también estima el costo de los servicios de salud, por enfermedades atribuidas a la contaminación.
De las 2 mil 603 hospitalizaciones por infecciones respiratorias, ocurridas al año en León, se estima que 194 casos fueron por contaminación.
Mientras que de 3 mil 215 egresos hospitalarios por enfermedades cardiovasculares, tan sólo 55 se atribuyen al aire contaminado.
La hospitalización por infecciones respiratorias tiene una duración de aproximadamente 5 días, mientras que por enfermedades cardiovasculares es de casi 6 días.
Si se toma en cuenta que el 46% de la población está asegurada y el costo de hospitalización por día fue de 5 mil 156 pesos, el sector salud tuvo pérdidas por casi 4 millones de pesos en la atención de 155 pacientes.
El 56% restante de la población que no está asegurada, costó por día en hospitales de la Secretaría de Salud 3 mil 867 pesos, por lo que en un año la pérdida para este sector fue de más de 3 millones y medio de pesos en la atención de otros 182 enfermos leoneses.
Además de estas pérdidas, el ausentismo laboral conllevó falta de productividad en los días de ingresos a hospital y acumuló más de 250 mil pesos.
Al sumar el costo de hospitalización de los enfermos asegurados y no asegurados, además de los ausentes al trabajo, las pérdidas totales por egresos hospitalarios asciende a más de 7 millones 700 mil pesos.
Las consultas
El Imco reportó en su informe 21 mil 307 consultas anuales de leoneses con médicos especialistas por enfermedades atribuidas a la contaminación.
De ese total, 20 mil 937 fueron consultas por males respiratorios agudos, 293 por asma y 78 por enfermedades isquémicas del corazón.
Cada consulta tuvo un costo aproximado de 505 pesos, además de la pérdida en promedio de un día laboral.
Las pérdidas acumuladas por productividad y costo de consultas fueron por más de 14 millones 250 mil pesos.
En resumen: en León la contaminación arroja una tasa de 7 muertes, 21 hospitalizaciones y 1,324 consultas médicas por cada 100 mil habitantes.
Las pérdidas totales, entre la productividad perdida por muertes y las faltas laborales, suman al año más de 90 millones 150 mil pesos en la ciudad.

Tienen dificultad para respirar

En la zona norte de León hay 10 mil personas afectadas por la contaminación de las ladrilleras.
Los habitantes de las colonias y comunidades ubicadas en las cercanías de los hornos de ladrillo, sufren constantes enfermedades respiratorias, que atribuyen al humo.
Dolores Morales, madre de 4 niños, tiene apenas un año viviendo en la zona de las ladrilleras, y ya ha visto cómo la salud de dos de sus hijos más pequeños se deteriora.
Las visitas al médico son ya costumbre para sus pequeños de 9 y 2 años y medio: tienen tos, ojos llorosos y rojos, alergias en la piel y dificultad para respirar.
La señora Dolores evita sacar a sus hijos por las mañanas, que es cuando la zona queda cubierta por el humo de las ladrilleras, una de las cuales está a una cuadra de su casa.
El año pasado su hija de 2 años y medio fue internada por dos días en el IMSS, debido a la gravedad de sus problemas respiratorios. El doctor le hizo la observación de que la frecuencia de sus malestares se debía principalmente a la contaminación del aire.
Un caso similar es el de Jessica Mares y su nieto de 2 años, pues cuando sale de casa y los hornos de ladrillos están encendidos, inmediatamente comienzan sus malestares.
“Se morma cuando sale y andan quemando el ladrillo, el doctor nos dijo que estábamos en la mera contaminación”, dijo Jessica, justificando la enfermedad de su nieto.
Aseguró que la tos en el pequeño ya es constante, incluso aunque no estén los hornos encendidos.

“Dura más enferma que buena”

La señora Karina Torres tiene 12 años viviendo en la zona de las ladrilleras, y la salud de sus cuatro hijos cada día empeora más.
Todo el año sus hijos presentan tos, y el doctor del dispensario a donde los lleva le ha dicho que es por la contaminación y el estar tan cerca de un horno de ladrillos.
Los más pequeños de 9 y 2 años, han estado de 7 a 9 días completos con tos, y sin salir de casa para no empeorar. El mayor de 15 años siempre tiene los ojos rojos y llorosos.
“Les da la tos y se les quita, luego les vuelve a dar, y así están todo el año”.
La pequeña hija de la señora Amalia García Vega, vecina de las ladrilleras, ha sido nebulizada en más de una docena de ocasiones porque tiene problemas para respirar. La niña apenas tiene un año y medio de edad.
“Dura más enferma que buena, los niños se enferman más que uno, por eso casi no los dejo salir”, dijo la mamá.
Sus niños de 9 y 3 años continuamente tienen los ojos rojos y llorosos, incluso Amalia, presentaba cierta irritación.
Con tan sólo 11 meses de edad, el hijo de la señora Emmanuela Loera ya fue internado en el Seguro Social en una ocasión y tuvo que quedarse en observación por dos días, debido a su estado delicado.
Desde que el niño tenía 2 meses, Emmanuela la ha llevado con diversos médicos, y todos le dicen siempre lo mismo: la niña no mejorará si no deja de vivir en la zona de las ladrilleras.
“Ahorita con el frío se puso peor, el doctor me dijo que le puede dar asma y a veces no puede respirar”, relató la mamá.

Se agrava salud con frío

Las enfermedades respiratorias ocasionadas por la contaminación se agravan en temporadas de frío, como la actual, advirtió el doctor Olivier Serna Hernández, médico especialista en alergias e inmunología.
“Como hay infecciones previas o virales, se reactivan enfermedades alérgicas como el asma, a lo mejor el fondo es la contaminación, sobre todo pacientes que viven cerca de terrenos baldíos, orillas de ríos o ladrilleras, en esta temporada no se dispersa el peso de los contaminantes”.
Dijo además que los habitantes de colonias como las ladrilleras, están expuestos a sufrir un daño mayor por la contaminación del aire.
“En los niños y los ancianitos su sistema inmune es más inmaduro, no se pueden defender bien, esas sustancias se van impactando directamente a los pulmones, a los bronquios, y va produciendo una inflamación crónica y persistente y al ser niños eso hace que se vayan presentando otras enfermedades”.
La exposición al entorno contaminado a largo plazo puede ocasionar asma bronquial no sólo en niños y ancianos.
“Cuando hay una inflamación persistente o crónica, el bronquio se vuelve más sensible, y pequeñas partículas van a provocar síntomas muy severos”.
El médico aclaró que no sólo hay daño en los bronquios.
“En la nariz las partículas van provocando inflamación de los cornetes, producción crónica de moco, inclusive provoca conjuntivitis, en la conjuntiva de los ojos, se van pegando las partículas contaminantes, provocando inflamación, e irritación, además de problemas de garganta”.
Debido a que las partículas de polvo o contaminantes llegan a transportarse hasta 400 kilómetros de su lugar de origen, es importante la prevención.
“El tipo de enfermedades de vías respiratorias ahora son más frecuentes en ciudades y menos común en el campo. Si una persona se sabe sensible o tiene asma bronquial, lo ideal es no estar en contacto; hay que estar bien hidratado, estar con sus vacunas, mejorar con vitamina c las paredes de los bronquios, y evitar convivir con fumadores, con mascotas, y el uso de leña”.

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