Un comerciante de 28 años fue acribillado en la entrada del fraccionamiento Paseos del Molino, cuando iba acompañado por su esposa.
Sobrevivió unos minutos pero falleció antes de llegar a la sala de urgencias de un hospital; tenía ocho balazos, uno en la cabeza.
El crimen ocurrió a las 9:35 de la mañana de ayer en avenida Olímpica y Molino de León, en la entrada de Paseos del Molino.
Eduardo Hernández Mares conducía un auto Ford Mercury, junto a él iba su esposa Adriana, de 22 años; acababan de salir de la casa de la familia de la joven en la colonia Las Villas.
Circulaban por la avenida Olímpica y al parecer ya eran seguidos por una camioneta roja que en el cruce con Molino de León les cerró el paso y sus ocupantes dispararon contra Eduardo.
“Se escuchó como una ráfaga, el ruido era muy seco pero nunca vimos a los agresores… se escucharon los gritos de la chava”, platicó un empleado de un autolavado.
Eduardo quedó herido sobre el regazo de su esposa y ella de inmediato pidió ayuda a los vecinos, quienes reportaron el ataque a Emergencias.
Acudieron oficiales de la Policía Municipal y acordonaron el área, luego paramédicos de Bomberos auxiliaron al joven lesionado y lo llevaron al Hospital General Regional, pero murió poco antes de llegar.
En el lugar del ataque la esposa de Eduardo trataba de relatar a las autoridades lo que había ocurrido, pero estaba en shock, temblaba y la voz se le cortaba.
Familiares de la pareja llegaron al lugar, tras enterarse de la tragedia soltaron el llanto y comenzaron a hacer llamadas para informar al resto de la familia.
Mientras tanto elementos de la Procuraduría de Justicia llevaban a cabo un primer peritaje en la escena, donde resguardaron 13 casquillos percutidos.
El auto de la víctima fue confiscado para continuar con la investigación.
40 minutos después, agentes ministeriales se acercaron a Adriana y le informaron que su esposo había fallecido.
“¡No puede ser, no es verdad, él está vivo! ¡Lo que ustedes están diciendo es una mentira!”, gritaba desesperada la joven.
Finalmente al Hospital General Regional llegó personal del Servicio Médico Forense para trasladar el cuerpo de Eduardo a sus instalaciones y practicarle la autopsia.
Testigos del crimen fueron llevados a declarar ante el Ministerio Público.

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