La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación por las amenazas telefónicas que han recibido periodistas del diario Noroeste de Mazatlán, Sinaloa, por la cobertura informativa de la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán Loera. 
Se investigan los hechos en que un fotógrafo de esa casa editorial fue obligado, por servidores públicos, a borrar imágenes captadas en su cámara fotográfica cuando cubría la detención. 
Por instrucciones del ombudsman nacional, Raúl Plascencia, un grupo de visitadores adjuntos, del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de la CNDH, se trasladó al puerto para recabar evidencias y testimonios de estos casos. 
La Comisión lamentó que “los informadores de nuestro país resulten víctimas de amenazas, intimidaciones, persecuciones, atentados y desapariciones, en menoscabo del libre ejercicio periodístico”.

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