Con el sonido escandaloso y jacarandoso de las trompetas, platillos y tambores, que eran tocados por verdaderos maestros de las bandas del pueblo, salieron a la calle los “Toritos de petate” para dar un espectáculo a cientos de morelianos que ya los esperaban por gran parte de la avenida Madero, mientras que las estrafalarias maringuías (hombres vestidos de remedo de mujer) danzaban alocadas como si el mismísimo Diablo las hubiera poseído, provocando los chiflidos y los piropos de la multitud.
La caravana partió desde la calzada Fray Antonio de San Miguel, al mediodía de este viernes, y avanzó hasta llegar a la iglesia de La Merced, en esta capital.
En el desfile multicolor hubo todo tipo de mojigangas, pero todas ellas compartían primordialmente la extravagancia, desde los frailes diablos custodiados por chacales hasta las alusivas a personajes míticos y de televisión, especies marinas, leones alados, catrinas, aves fénix, pavorreales, dragones con cara de mujer y otras que hacían mezclas fantásticas con el tradicional “Torito”.
La gritería se apoderó del Centro Histórico de Morelia y con ello comenzó el carnaval que anuncia la Cuaresma; la comparsa acompañaba a los “Toritos”, iban “Los caporales” (personas metidas en una caja de cartón a manera de caballo), los diablos, los bufones, los apaches y los “Viejos” con machetes en mano.
Dando vueltas a morir transitaban los “Toritos” e incitaban a que la multitud bailara como si la fiesta nunca fuera a acabarse, avivando así esta mexicanísima tradición muy enraizada en estas tierras michoacanas.
Todo esto permitió que las familias disfrutaran juntas de esta celebración, dejando a un lado las competencias innecesarias entre los barrios, y a la vez fue un excelente deleite visual para los turistas y los locales que no se cansaban de sacar fotos y videos.
Con una bolsa de 50 mil pesos que se repartió entre los participantes, todo marchó con éxito, pues el esfuerzo mostrado ya no fue entre competidores sino que fue para lucir ante el mundo esta bella costumbre, en la cual todos ganaron.
Fueron más de 100 “Toritos” los que adornaron la Madero, pero en muchos casos las maringuías se robaron el show, pues hacían estallar la risa de los presentes con sus bailes desvariados, sus pelucas desaliñadas y sus vestimentas irreverentes, aventando besos y abrazando a los desafortunados hombres que pasaban a su lado, algunos de los cuales incluso “no les hacían el feo” y les seguían el juego para divertirse.
Lo importante de todo fue que la tradición fue alejada de los pleitos y las bebidas embriagantes, con lo cual los morelianos y los visitantes pudieron disfrutar sobremanera de esta tradición.
Finalmente, los “Toritos” se marcharon a sus respectivas colonias, donde podrán pasear por las calles hasta el próximo martes, un día antes del Miércoles de Ceniza que anuncia la Cuaresma, que es un tiempo de oración, penitencia y ayuno, precisamente durante cuarenta días, que la Iglesia Católica marca para la conversión del corazón, el arrepentimiento de los pecados y el acercamiento a Dios.
Alegres “Toritos de petate”
Inundan calles de la capital con el sonido escandaloso y jacarandoso de las trompetas, platillos y tambores