José Luis Vera encontró en las casas de empeño una vía fácil de obtener dinero para echar a andar su pequeño taller de calzado.
Sin embargo, muy pronto se dio cuenta que el dinero rápido resultaba muy caro.
Por dos máquinas que dejó empeñadas tuvo que pagar hasta 1,500 pesos mensuales sólo de refrendo, sin abonar ni un peso al capital de la deuda.
Debido a que no tenía para cubrir la deuda inicial, se mantuvo durante 5 meses sólo con el pago del refrendo, para no perder sus máquinas.
“Sólo trabajaba para el empeño”, confesó el señor Vera.
El año pasado decidió perder las dos máquinas y mejor invertir el dinero que abonaba en insumos para producir calzado.
Su pequeño taller salió adelante con sólo dos máquinas de pespunte que le quedaban, pero ya liberado de la deuda de la casa de empeño.
Una situación similar vivió Fernando Contreras, quien empeñó dos alhajas de oro para surtir su negocio de revistas y para financiar un taller de zapatos.
La casa de empeño a la que recurrió le ofreció prestarle 15 mil pesos por una cadena tipo esclava y una moneda, ambas de oro, que le había entregado un cliente en pago a una deuda.
El primer mes transcurrió sin problemas: el señor Contreras pagó un refrendo equivalente al 25% del monto del préstamo, pero sin abonar nada a la deuda.
El segundo mes se retrasó pues no tenía dinero para el pago, por lo que le cobraron 3 mil pesos de refrendo mas un cargo extra por el rezago.
Los intereses y los refrendos se acumularon, y el pequeño empresario decidió mejor perder la prenda, pues su deuda llegó a superar los 20 mil pesos.
Cobros excesivos
En León funcionan más de 50 empresas que prestan dinero con garantía prendaria.
La mayoría de esas empresas tienen cientos de sucursales en colonias populares.
Según la Procuraduría Federal del Consumidor, Guanajuato es el quinto estado con más casas de empeño, con un total de 229 establecimientos regulados.
Aunque esa cifra difiere con las estimaciones de la Asociación Nacional de Casas de Empeño y del Nacional Monte de Piedad.
De acuerdo con el Monte de Piedad, en toda la ciudad podría haber 2 mil 500 sucursales de casas de empeño.
Cada establecimiento tiene sus propias reglas y las tasas de interés van desde 3% en el caso de las casas de empeño de beneficencia (como el Monte de Piedad y Luz Saviñón) hasta más de 25% mensual en empresas que operan como franquicias.
Cuando un deudor no puede pagar el dinero que le prestaron, tiene la alternativa de pagar un refrendo, que equivale a un interés mensual que garantiza que la prenda empeñada no se perderá ni será vendida al mejor postor.
Hay personas que mantienen el refrendo durante meses, y a la vuelta de un año llegan a pagar hasta el triple del monto original que recibieron de préstamo, pero sin saldar la deuda.
Financiamiento caro
A pesar de las desventajas, el empeño es la vía de financiamiento rápido al que con frecuencia recurren pequeños comerciantes.
Es el caso del dueño de un bar ubicado en el bulevar López Mateos, quien desde hace dos años comenzó a empeñar artículos y joyas para solventar los gastos del negocio.
El pequeño comerciante -quien pidió omitir su nombre- relató que por lo regular recibe 5 mil pesos por los objetos que empeña, dinero que le sirve para cubrir los servicios de luz, agua, teléfono y gastos de mantenimiento del bar.
El refrendo que paga por ese monto es de 1,500 pesos al mes.
Trata de pagar uno o dos refrendos para no perder sus cosas empeñadas. Cuando las ventas del bar se recuperan, acude a pagar el adeudo.
Cada vez que se ve en aprietos económicos, regresa a la casa de empeño.
“La renta y servicios no esperan, y se tiene que buscar la forma de no dejar caer el negocio. Si hay que empeñar para surtir, ni modo”, expresó el propietario del bar.
Mencionó que de seis años que tiene en servicio el bar, hace dos años bajaron las ventas, por lo que tuvo que despedir a todos sus empleados y se quedaron a cargo sólo él, su esposa y un hijo.
La caída en las ventas fue lo que lo llevó a empeñar sus alhajas, las cuales recuperó, pero nuevamente las empeñó para financiar el negocio.
Mencionó que cuando ha necesitado cantidades mayores para surtir el bar, aparte de sus joyas ha tenido que empeñar artículos de su casa como la televisión, su computadora y herramientas.
Refrendo ilimitado
En un sondeo realizado en 21 casas de empeño de la ciudad, se encontró que en 15 no hay límite en el tiempo de refrendos. Es decir, un deudor puede mantener durante años el pago de una cuota mensual para no perder su prenda empeñada.
Aunque el pago por ese refrendo alcanza un porcentaje mensual de hasta el 25% sobre el monto del préstamo.
El Monte de Piedad tiene un límite de 3 refrendos cada cuatro meses, hasta alcanzar un máximo de un año y dos meses. Después de ese plazo, el cliente debe pagar el adeudo para recuperar la prenda.
Credi-Express, Tu Préstamo Mac´s Rápido y Presta Plus fijan un límite de cuatro refrendos.
Apoyo Fácil da una semana de prórroga para cubrir el adeudo o el refrendo, antes de rematar la prenda empeñada, aunque sólo reciben aparatos electrónicos como pantallas y computadoras.
Otras casas, como Deseas Dinero dan una prórroga de sólo cinco días.
Lana Más cobra 14% de refrendo mensual, cuota que cubre el almacenamiento del objeto y gastos administrativos.
Autocash presta hasta el 70% sobre el avalúo de un automóvil, con una tasa de 6% mensual más IVA.
El plazo de pago es de 30 días, sin límite de refrendos, siempre y cuando se paguen los intereses generados y el auto no se devalúe más del 25%.
Prendamex tampoco tiene límite de refrendos, con el respectivo pago de 11% mensual en alhajas y de 6% en autos, más IVA.
Una vida de empeño
El señor Alejandro Hernández tiene casi 13 años empeñando sus objetos para salir de apuros.
Grabadoras, televisiones, estéreos, cámaras, celulares, herramienta y recientemente una pantalla plana de 50 pulgadas con teatro en casa, son los artículos que ha llevado a la casa de empeño cercana a su casa, en el bulevar Hidalgo.
El pago de los refrendos son su mayor apuro, pues en ocasiones no lograr reunir el dinero que se requiere para no perder sus artículos.
David, un malabarista de crucero, tuvo que recurrir a la casa de empeño porque sus ingresos se desplomaron en fechas recientes.
De los casi 3 mil pesos que sacaba semanalmente el año pasado, ahora sólo alcanza a juntar 800 pesos para pagar agua, luz y renta del lugar donde vive, junto con sus colegas de semáforo.
Cámaras, celulares y audífonos ha empeñado de octubre a la fecha, para pagar sus gastos y poder comer.
El ultimo celular que empeñó a inicios del mes fue un modelo de Samsung Galaxy de gama alta que compró a uno de sus compañeros de viaje, por el que le prestaron arriba de mil pesos.
También ha empeñado tres cámaras digitales que le habían regalado parientes que residen en Estados Unidos, incluyendo una cámara profesional por la que le prestaron 6 mil pesos.
“Empeño cuando necesito varo”, dijo el joven artista de 25 años de edad.
Roberto, quien trabaja en una taller de elaboración de cocinas integrales, tiene alrededor de un año financiando sus gastos en casas de empeño.
Ha llevado a empeñar celulares, taladros, una caladora y herramientas.
Algunos de esos productos los ha perdido por no tener dinero para cubrir el refrendo.
El sueldo de Roberto, de 1,800 pesos semanales, es insuficiente para mantener a sus tres hijos y uno más que viene en camino.
Para anotar…
Empeñar consiste en dejar un bien en prenda como garantía del cumplimiento de un compromiso o de la devolución de un préstamo. Considera los siguientes puntos:
1 Conoce con quién te empeñarás. En este mercado participan tanto empresas como Instituciones de Asistencia Privada (IAP) o casas comerciales.
2Infórmate del porcentaje que te prestarán por tu prenda, pues el monto podría ser menor de lo que esperas, no te dejes llevar por la primera impresión.
3¿Cada cuándo los intereses? Usualmente las casas de empeño comerciales generan intereses por los días en que se utilice el préstamo, mientras que en las IAP por meses completos.
4Revisa tasa, CAT y contrato. Los intereses que te cobrarán las casas comerciales y las IAP dependen de la tasa de interés, por ello es importante que la conozcas.
5Otros cargos. Existen costos adicionales que debes considerar también como: costo por custodia, seguro contra robo o percance, cargos moratorios, IVA, etc.
6 Analiza si tendrás recursos suficientes para poder recuperar tu prenda a largo plazo, ¡antes de que la pierdas!
7 Los plazos varían según la institución, algunas por ejemplo te ofrecen como plazo un mes —para realizar el pago del refrendo o para desempeñar— otras te dan tres meses.
8 No olvides preguntar a cuántos refrendos (renovaciones del contrato) tienes derecho y la extensión del plazo. Así evitarás perder tus pertenencias.