La lesión le impide a Omar Bravo jugar el domingo el León, pero no el ser feliz.
El delantero del Rebaño se mostró alegre mientras realizaba trabajos de recuperación luego de que sus compañeros entrenaran, al punto que mientras corría con la esférica hizo una pared con los jardineros, regaló un balón a aficionados y al final se quedó a repartir fotos y autógrafos.
El mochitense se encuentra recuperándose de una lesión muscular del tendón de la pierna izquierda, de la cual parece no tarda en salir, ya que trota en perfectas condiciones y de vez en cuando se anima a patear balones.
Bravo, junto a Rafael Márquez Lugo, Patricio Araujo y Néstor Vidrio, fueron quienes complacieron a los más de 70 aficionados que se dieron cita al entrenamiento del Omnilife, quienes en su mayoría venían de otros estados.
El caso curioso se dio cuando Vidrio se acercó al presidente Juan Manuel Herrero para charlar con él, pero el mandamás le exigió que primero atendiera a los aficionados antes de atender sus asuntos.
Al grito de “qué les cuesta ser así” y “esas son mis Chivas”, los fanáticos se marcharon contentos, no sin antes regalarle una serie de aplausos a los jugadores que se tomaron el tiempo de compartir con ellos.