En el misterio que rodea la desaparición hace más de una semana de un avión de pasajeros de Malasia, una posibilidad que la policía debe contemplar es que alguno de los dos pilotos se suicidara al estrellar voluntariamente la aeronave. Ese tipo de casos ya han ocurrido, pero el tema sigue siendo casi tabú.
En los casos previos, los investigadores y las autoridades se muestran renuentes a concluir que un piloto pudo haber estrellado deliberadamente el avión para suicidarse, incluso cuando las pruebas parecen ser convincentes.
Hace 12 años, los investigadores estadounidenses presentaron el informe final del accidente en 1999 del vuelo 990 de EgyptAir, que cayó en el Océano Atlántico cerca de la isla de Nantucket, en Massachusetts, matando a sus 217 ocupantes.
Los investigadores concluyeron que cuando el copiloto Gameel El-Batouty estuvo solo en la cabina de mandos, desconectó el piloto automático, enfiló el avión hacia el mar y repitió calmadamente “confío en Dios”… 11 veces en total.
Sin embargo, aunque la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB por sus siglas en inglés) concluyó que las acciones del copiloto causaron el accidente, nunca usó la palabra “suicidio” entre las conclusiones principales de su informe de 160 páginas, indicando en su lugar que “no se determinó” la razón de su conducta.
Las autoridades egipcias, por su parte, rechazaron toda noción de suicidio, insistiendo que hubo algún tipo de avería detrás de la tragedia.
También hubo desacuerdos sobre la causa del accidente del vuelo 185 de SilkAir, que cayó a un río en 1997 durante un vuelo de Yakarta, Indonesia, a Singapur, matando a sus 104 pasajeros y tripulantes. La investigación estadounidense determinó que el Boeing 737 fue estrellado intencionalmente, pero la indagación indonesia fue inconclusa.
Las autoridades de Mozambique han investigado un accidente que mató a 33 personas en noviembre. Dijeron que las conclusiones preliminares indican que el piloto del avión de Mozambican Airlines con destino a Angola fue estrellado intencionalmente y siguen analizando los posibles motivos.
Un estudio de 2014 de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) dijo que, al menos en Estados Unidos, volar sigue siendo un modo de transporte notablemente seguro y que el suicidio de un piloto es un hecho poco habitual.
El estudio dijo que en los 10 años concluidos en 2012, solamente ocho de 2.758 accidentes aéreos fatales en Estados Unidos fueron causados por un piloto suicida, lo que equivale a un 0,3%. El informe agregó que los ocho suicidas fueron hombres y que cuatro de ellos tenían rastros de alcohol y dos de antidepresivos.
Los casos van desde un piloto que celebraba su 21er cumpleaños y que se dio cuenta de que una mujer no quería mantener una relación con él, a un piloto de 69 años con un historial de alcoholismo y amenazar con suicidarse en un avión. En siete de los casos el único que murió fue el piloto y en el octavo caso falleció un pasajero también.
“Los suicidios en aviones son hechos intencionales y trágicos que son difíciles de pronosticar y difíciles de evitar”, dijo el informe de la FAA, agregando que tales suicidios “son casi seguramente reportados por debajo de las cifras reales y menos reconocidos”.
Por lo menos en un caso, una importante aerolínea internacional permitió que un piloto que admitió tener ideas suicidas siguiera volando. El hombre voló casi tres años más, sin incidentes, antes de renunciar en 1982 debido a obsesión compulsiva, ansiedad y depresión.
El diario Sydney Morning Herald dijo que la Comisión de Compensación Laboral de Australia se enteró que el piloto de Qantas resistió en varias ocasiones la urgencia interna de apagar los motores del avión. Una vez, durante un vuelo a Singapur, la mano del piloto se movió “involuntariamente” hacia el mando del encendido y se vio “obligado a inmovilizar su brazo izquierdo a fin de no consumar su impulso”.
“Abandonó la cabina de mandos y una vez suficientemente calmado volvió a su asiento”, agregó el diario.
Tras informar a sus colegas de sus impulsos, agregó el diario, el piloto fue examinado por varios médicos y al final fue declarado en condiciones de volar.
El gobierno de Malasia dijo que la policía registró el sábado los domicilios del piloto y el copiloto del avión desaparecido de Malaysia Airlines. Agregó que los agentes examinan un complejo simulador de vuelos sacado de la vivienda del piloto Zaharie Ahmad Shah, de 53 años.
La policía investiga además a los ingenieros que podrían haber tenido contacto con el avión antes de despegar.

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