En la pared de su oficina cuelgan las evidencias de que Iris Vianey Mendoza no es ninguna improvisada en cuestiones políticas.
Se le ve a los 8 años de edad en un mitin, micrófono en mano, declamando poesía izquierdista. También en campaña, lo mismo en la de Andrés Manuel López Obrador que en la de Cuauhtémoc Cárdenas, su hijo Lázaro, Leonel Godoy y, finalmente, en las de ella misma.
Pese a su juventud (tiene 32 años) ha sido motivo de críticas por parte, inclusive, de sus correligionarios. También la han atacado por su actitud antisolemne y hasta por su vestimenta.
Pero su mayor cuestionamiento lo enfrentó en febrero pasado, cuando fue señalada de tener relación con el cártel de Los Caballeros Templarios al difundirse una fotografía en la que aparece con la hija de un narcotraficante.
Ante el revuelo, decidió pedir licencia para que la PGR investigara las acusaciones. Ya regresó a su escaño y se ve que trae ganas de revancha.
¿Por qué pidió licencia como senadora si dice que es inocente?
Precisamente por eso: porque no he cometido ningún delito. Todo lo que se dijo de mí fueron fantasías, invenciones. Fueron sólo chismes que no sirven ni para iniciar una averiguación previa.
Entonces, ¿no es templaria?
Yo misma pedí a la PGR que, por favor, investigara si tengo relación con algún grupo delictivo. Mi conciencia, tranquila. No tengo nada que ocultar.
¿Y qué le va a encontrar la PGR? ¿Qué guarda en el armario además de ropa?
Nada. No tengo nada escondido. Por eso fui yo quien llevó la denuncia ante la Procuraduría y le pedí que investigara los señalamientos en mi contra.
¿Y no le encontraron nada?
No encontró porque no hay nada. Por eso retomé mi escaño como senadora.
¿Cómo explica la foto al lado de la hija de Enrique Plancarte, uno de los capos de los Templarios?
Fue la fiesta de un amigo estilista, a la que voy cada año. Ese año, 2011, el color de la vestimenta era amarillo. Alguien tomó una foto en la que aparezco yo y al lado otras personas. Eso es todo.
Pero aparecen juntas, bailando, cantando…
Yo no tengo ninguna relación con esa mujer. Que, por cierto, en esa época no sé si ya era conocida. Además, hasta donde entiendo, ella no está acusada de nada. Es su padre el de los problemas con la justicia.
¿Por qué entonces la quieren hacer pasar como cómplice de delincuentes?
Eso pregúnteselo a quienes me han inventado esos chismes.
¿Quiénes son?
No quiero decir nombres, pero no me queda duda que es gente de dentro del partido, inclusive de Michoacán.
¿Le quieren cerrar el paso para que no sea gobernadora?
Nunca he dicho que aspiro a la gubernatura.
¿A poco es usted la única perredista en Michoacán que no sueña con ser gobernadora?
No está en mis planes, por ahora. No es mi momento para pensar en eso.
Entonces, ¿por qué la atacan?
Hay compañeros y compañeras a los que no les gusta cómo es una. Les incomoda que sea independiente, que no me someta a intereses de grupo, ¡vaya!, hasta mi apariencia les molesta.
¿Su apariencia?
Me acusan de portación de escote prohibido. Les molesta que si me pongo minifalda, que si uso tacones, que si subo fotos a Facebook. Me critican por cosas así, porque por mi trabajo no pueden.
Eso suena a misoginia.
Sí, con una fuerte dosis de machismo.
¿Le están cobrando ser mujer?
No sólo ser mujer, sino ser mujer con carácter y con convicciones. No les gusta cómo soy. Quieren que parezca lo que no soy.
Pero esto va más allá de un simple golpeteo político, ¡la acusaron de ser templaria!
Ni siquiera me acusaron. No se atrevieron ni pudieron hacerlo. Sólo sugirieron que existía una relación con ese grupo y eso desató todo.
Pues esa insinuación basta para manchar un nombre.
Sí, quitarme la etiqueta será muy difícil. Y, precisamente por eso, mi lucha para limpiar mi nombre empezó por pedir licencia, para que quedara claro que no tengo nada de qué arrepentirme.
¿La han amenazado?
Por supuesto. A raíz de lo que se publicó de manera irresponsable en algunos medios y portales fantasma, grupos rivales de los Templarios lo dieron por cierto y me amenazaron.
¿En qué la ha cambiado esta situación?
Me ha hecho ser más consciente de mí misma, de lo que hago, de la manera en cómo me relaciono con los medios.
¿Cómo le explicó a su hijo que la involucraron con narcotraficantes?
Le dije cuando ya había pedido licencia. Pero él es muy despierto y a sus 12 años ya estaba enterado. En la escuela ya comenzaban a molestarlo.
¿Lo va a dejar que también se dedique a la política?
No es algo que esté yo impulsando. Pero si toma esa decisión, lo respetaré.
¿Se siente sola?
Para nada. Estoy rodeada de un equipo que no es de ahora, sino de muchos años, que me ha acompañado en todo.
¿Dejará de ir a Michoacán por la amenazas?
Nunca. Yo me hice en el recorrido de calles, en el trabajo en las comunidades. De niña recitaba en los mítines.
Si no fuera senadora, ¿estaría en las autodefensas?
Entiendo sus motivos, comprendo sus razones, pero no comparto sus métodos.
¿No es mujer de armas tomar?
Estoy en contra de todo tipo de violencia. No creo en las armas.
¿Tiene amigos o vecinos que se hayan ido por el camino de la delincuencia?
En Michoacán todos tenemos conocidos que han tomado el mal camino.
¿Alguien en especial?
No sé, tendría que revisar el historial de todas las personas que he conocido desde niña. Aunque sean ciudades, los núcleos sociales son pequeños. Todo el mundo se conoce. Todos saben quién es quién.
¿Cómo está haciendo las cosas el Gobierno federal en Michoacán?
Lo está haciendo muy bien. Es un trabajo serio el que se ve.
¿Siempre ha sido tan política?
Desde niña. En la primaria y en la secundaria decían que no era una niña normal, porque estaba en mítines, en plantones, en marchas. Mi papá fue el primer presidente del PRD en Apatzingán.
¿Le hacían bullying por eso?
Sí, me ponían apodos.
Era una Barbie izquierdosa…
Jajajaja. No, simplemente una mujer de convicciones.
¿Cuauhtémoc Cárdenas o Carlos Navarrete?
Yo ya tengo candidato: Carlos Sotelo. Llevamos varios años construyendo un proyecto para rescatar al PRD y sus valores.
¿Rescatarlo de qué?
Del abismo en el que cayó. El partido ha perdido el rumbo, el sentido, la visión de izquierda, se ha alejado de la gente y de sus necesidades.
¿Quién hizo eso?
Su actual dirigencia.
Entonces, ¿usted no va con Los Chuchos?
Ni a la esquina. Jesús Ortega salió de la dirigencia nacional gracias al recurso que interpusimos en su contra.
¿En serio siendo michoacana no apoyaría a Cuauhtémoc Cárdenas?
Soy cardenista, pero hasta ahora el ingeniero no ha dicho que sí competirá por la dirigencia del PRD. El día que lo haga, valoraremos.
No lo habrá dicho públicamente, pero es un secreto a voces en el PRD.
Pero no nos podemos manejar por rumores o supuestos. Mi apuesta es Carlos Sotelo. Si el ingeniero Cárdenas quiere competir, tendrá que decirlo y escucharemos su propuesta.
Bueno, ¿qué va a pasar ahora con usted? ¿Ahora será una legisladora recatada y encerrada?
No voy a ser “Betty, la fea”. Seguiré siendo quien soy aunque haya a quien no le guste.