El director político de las Naciones Unidas afirmó que una escalada de violencia entre israelíes y palestinos la semana pasada arrastró el Oriente Medio al borde de una nueva crisis y puso de manifiesto la importancia de llevar adelante las conversaciones de paz mediadas por Estados Unidos.
Jeffrey Feltman, en un informe el martes al Consejo de Seguridad, también llamó la atención sobre la precaria situación humanitaria en la Franja de Gaza e hizo un llamamiento a los donantes para recaudar los 250.000 dólares mensuales necesarios para resolver una escasez aguda de suministros médicos.
Un día antes, el presidente estadounidense Barack Obama recibió al presidente palestino Mahmud Abbas en la Casa Blanca, en un esfuerzo por ayudar a superar el estancamiento en las negociaciones de paz. Como dichas conversaciones deben concluir el 29 de abril, ha crecido el pesimismo en ambos bandos en medio de escasos indicios de progreso.
La semana pasada se libraron los combates más intensos entre ambos bandos desde 2012. Los milicianos lanzaron unos 70 cohetes contra Israel, mientras los israelíes efectuaron una serie de ataques aéreos en Gaza.
“La semana pasada, con la situación en Gaza nos acercamos al umbral de otra crisis en una región ya inestable”, dijo Feltman. “Deberíamos considerar esto como un recordatorio más de la necesidad de trabajar juntos para restablecer las perspectivas de una paz regional duradera”.
Para agravar la situación, los guardias israelíes mataron la semana pasada a un juez jordano en un cruce fronterizo, lo que provocó manifestaciones en Jordania y llamamientos al reino para poner fin a su acuerdo de paz de 1994 con Israel. Este mes, Israel anunció la captura de un barco que, según dijo, transportaba cohetes procedentes de Irán destinados a Gaza, y acusó a la comunidad internacional de ignorar el apoyo iraní a los grupos milicianos.
Feltman dijo que “si las denuncias de embarques ilegales desde Irán son ciertas, esto también parece ser una violación” de las sanciones del Consejo de Seguridad.
Feltman describió la “situación insostenible en la Franja de Gaza” que ha estado sujeta a severas restricciones de comercio y movimiento por parte de Israel y Egipto desde que el grupo miliciano Hamás tomó control en 2007.
“Las Naciones Unidas consideran cada vez más difícil suministrar asistencia a la población de Gaza mientras las restricciones de acceso, incluso para las operaciones de la ONU, persisten e incluso han aumentado”, afirmó.
Agregó que 15 proyectos de la ONU a un costo de 14 millones de dólares están paralizados y otros 42 por valor de 96 millones aguardan la aprobación israelí.
Feltman dijo que el 38,5 % de la población de Gaza está desempleada y que la escasez de medicinas y otros suministros médicos obligan a muchos pacientes a buscar tratamiento fuera del territorio palestino.
La presidenta del Consejo de Seguridad Sylvie Lucas, embajadora de Luxemburgo, dijo más tarde que los miembros del consejo reiteraron la necesidad de presionar por un acuerdo de “estatus definitivo” de la cuestión israelí-palestina. Miembros del consejo también plantearon preocupación por el lanzamiento de cohtes a Israel y la continuación de la actividad en los asentamientos israelíes en territorios reclamados por los palestinos y la demolición de casas de palestinos.

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