Los diputados Gerardo Zavala Procell, del PRI, y Karina Padilla Ávila, del PAN, discutieron en la tribuna del Congreso porque el primero le reclamó a los panistas que no habían respetado acuerdos de asuntos tratados en diciembre y que habían aprobado “fast track” revisiones que habían acordado no tratar. Ambos se acusaron de haber faltado a su palabra.
Los reclamos iniciaron porque Gerardo Zavala Procell recordó que en diciembre de 2013, la Comisión de Hacienda del Congreso, a la que ambos diputados pertenecen, recibió los Informes de Resultados de las auditorías practicadas por el OFS al proyecto Escudo, ISSEG e ISAPEG.
Pero acordó dejar pendiente la fecha para llevar a cabo la discusión de ellos, hasta en tanto se analizaran al interior de los grupos parlamentarios.
También, dijo, se acordó dejar pendientes la revisión de la Cuenta Pública del poder Ejecutivo de 2011, dos informes de la revisión de la Cuenta Pública de Irapuato de julio a diciembre de 2011
Como antecedente, el 25 de noviembre de 2013, la Junta de Gobierno del Congreso había notificado a todas las comisiones legislativas que priorizaran el análisis de la Ley de Ingresos y del Presupuesto de Egresos del Estado, así como las leyes de ingresos de los 46 municipios.
“Sin embargo, de manera unilateral, el PAN, desde la presidencia de la Comisión de Hacienda agendó las sesiones del 13, 19 y 20 de diciembre, sin respetar los acuerdos tanto de la Junta de Gobierno y de la propia comisión, dictaminar las Cuentas Públicas de Irapuato, las del Poder Ejecutivo de todo 2011, una auditoría específica al gobierno de Irapuato, la auditoría sobre el Programa Integral de Seguridad Escudo y el del ISSEG.
“Mismos que logró pasar al pleno de manera rápida y sin mayor análisis y con ellos sepultar cualquier intento de profundización sobre las múltiples irregularidades encontradas y que lesionaron el patrimonio de los guanajuatenses”.
“Fue tanta la prisa por lavarle el rostro al gobierno de Juan Manuel Oliva Ramírez, en el penúltimo año de su gestión como gobernador, que para el PAN fue mejor romper todos los acuerdos posibles y acabar con la confianza política que debe prevalecer a partir del respeto entre bancadas”, reprochó Zavala Procell.

Se cuestionan su palabra

Agregó que “con prisa, se solaparon las irregularidades y se pasó a la complicidad e impunidad de los correligionarios de la diputación panista, en las dependencias públicas y el Ejecutivo durante el gobierno de Juan Manuel Oliva. Este tipo de incidentes han sido prácticas distractoras para ocultar la corrupción de esa administración. Los diputados del PAN en aquel momento no honraron su palabra, no cumplieron los acuerdos ni respetaron cualquier código de honor, sea escrito o verbal”, espetó frente a todos los diputados.
La diputada panista Karina Padilla Ávila se defendió. “Que no se venga a decir que no la conocía (que se iban a aprobar los dictámenes”, porque yo hablé con él”, replicó.
Argumentó que la decisión de la Junta de Gobierno de darle prioridad al paquete fiscal fue una sugerencia, no una orden. Afirmó que los señalamientos del priísta eran sólo de carácter mediático.
“Lo que me haya dicho tal vez lo habré escuchado, pero lo que vale es lo que se puede probar”, reviró Gerardo Zavala. Minutos después dijo que no se acordaba.
“Pero independientemente de lo que haya dicho, esto no cambia el fondo del asunto, porque metieron los asuntos fast track”, insistió.
Karina Padilla concluyó: “Por encima de cualquier documento, el valor más grande que tiene una persona es su palabra”.

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