Puertas reforzadas con ingreso por contraseña, escáneres corporales y registros fondo son procedimientos complejos para evitar que personas peligrosas entren a los aviones. ¿Pero qué ocurre si el piloto es el problema?
Sin respuesta en la desaparición del Vuelo 370 de Malaysia Airlines, los investigadores han dicho que estudian muchas opciones: secuestro, sabotaje, terrorismo o falla catastrófica del avión. Nadie sabe si los pilotos son héroes que trataron de salvar a un avión en problemas o si uno colaboró con secuestradores o se lanzó a una misión suicida.
Cualquiera cosa que sea lo sucedido, el misterio ha suscitado preocupaciones sobre si las líneas aéreas o los gobiernos hacen lo suficiente para asegurar que los pilotos están preparados mentalmente.
“Una de las cosas más peligrosas que pueden suceder es que el capitán haga lo que le parezca “, dijo John Gadzinski, capitán de Boeing 737 y asesor en seguridad aeronáutica. “Si uno tiene a alguien que, por cualquier razón, comienza a proceder bajo su propia agenda, puede ser una situación realmente mala”.
Malaysia Airlines dijo esta semana que sus pilotos se someten a exámenes sicológicos durante el proceso de contratación.
“Obviamente examinaremos todo esto y veremos si podemos hacer más estrictos los requisitos de admisión y exámenes”, señaló el director ejecutivo de la compañía Ahmad Jauhari Yahya, quien no describió los exámenes.
Muchas aerolíneas estadounidenses realizan también exámenes de salud mental cuando pilotos y sobrecargos solicitan empleo.
“Las aerolíneas tienen mucha información sobre las características de un piloto normal, y el aspecto mental es una buena parte de ello”, dijo Brad Tate, piloto de una importante línea aérea de Estados Unidos. Agregó que ha conocido a solicitantes que fueron rechazados sobre la base de los resultados de un examen mental estandarizado.
“Nunca he volado con alguien a quien cuestione su salud mental”, dijo Tate.
Pero una vez que contratan a los pilotos, las aerolíneas estadounidenses rara vez, o nunca, los someten de nuevo a esta prueba, dijeron varios pilotos con experimentados. Según reglamentos de la Administración Federal de Aviación (FAA), los pilotos estadounidenses deben aprobar un examen físico anual o cada seis meses, dependiendo de su edad, pero no hay un requisito específico en materia de salud mental. Sepultada en 333 páginas de instrucciones, la FAA incluye un lineamiento que dice a los médicos que deben “sintetizar una impresión general sobre la estabilidad emocional y el estado mental” del piloto.
La FAA exige que los pilotos reporten el uso de cualquier medicina por receta, adicción a drogas, arrestos por conducir ebrio, “desorden mental de cualquier tipo” o si han intentado suicidarse. Algunas cosas descalifican a los candidatos a piloto de aerolínea, como el desorden bipolar y la sicosis. En gran medida, sin embargo, el sistema se rige por la honestidad de los pilotos: si no dicen a su médico o marcan en un cuestionario gubernamental que están deprimidos o con tendencia suicida, no hay certeza de que alguien se entere.
Aproximadamente 400.000 pilotos —desde aerolíneas, aviación privada y estudiantes— solicitan un certificado médico cada año. Entre 2008 y 2012, sólo 1,2% fueron rechazados, según la FAA, que no informa cuántos desaprobaron el examen de salud mental.

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